La japonización de la economía europea, esto es, largos periodos de muy bajo crecimiento acompañados de nula o mínima inflación, es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta la Eurozona, que está viendo cómo las medidas de política monetaria impulsadas por el BCE para reactivar la economía no están teniendo en absoluto el resultado esperado.

Y esto es así porque, entre otras razones, la inyección de liquidez no se traslada a la economía real y cada vez se hace más evidente la necesidad de acompañar estas medidas con políticas expansivas que actúen como estímulo para reactivar el consumo privado de las familias que representa el 57% del PIB europeo. Una de estas medidas expansivas es la denominada Helicóptero del dinero. Se trata de una política fiscal/monetaria dirigida a incrementar el gasto público y a reducir los impuestos, financiada con un incremento de la oferta de dinero en lugar de mediante la emisión de deuda.

A nadie se le escapa el tremendo riesgo inflacionista que supone “darle a la máquina de crear dinero”. Es una medida controvertida cuyos detractores apuntan a las nefastas consecuencias que esta política tuvo en la Argentina de Cristina Kirchner entre los años 2002 y 2004: una inflación descontrolada que, en la práctica, supuso un impuesto indirecto brutal a la renta de las familias.

Lo ocurrido en la economía argentina fue, en mi opinión, consecuencia de un uso descontrolado y falto de rigor del instrumento monetario. Sin embargo, implementado con mayores medidas de control y limitado previamente a una cantidad concreta y necesaria para la consecución de los objetivos, puede ser la solución al problema de estancamiento económico que sufre la Eurozona. H