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La provincia de Castellón se envolvió ayer en la bandera arcoíris. De norte a sur, de este a oeste, y en el 50º aniversario de la revuelta de Stonewall en Nueva York, génesis del movimiento por la igualdad de derechos de gais y lesbianas, se fueron sucediendo diversos actos de reivindicación y visibilidad en una fiesta del amor, de la amistad, de la diversidad y de la libertad sexual.

En Orpesa colgaron por primera vez en la historia la bandera del arcoíris en el ayuntamiento. Por la noche, tuvo lugar una fiesta con pinchadiscos y música de los años 80 para disfrute de todo el vecindario. También en la Vall d’Uixó desplegaron la colorista enseña en el balcón del consistorio. Asimismo, Rubén Paricio, de La Bombilla Negra, realizó un mural y Nerea Saiz y Carmen Solsona, de la asociación LGTBI, leyeron un manifiesto. «No queremos volver atrás ni tener miedo», aseguraron las activistas, quienes apelaron a «seguir luchando, porque en libertades, derechos y dignidad» no van a dar «ningún paso atrás», destacaron.

Lectura del manifiesto reivindicativo en Almassora por parte de la concejala de Igualdad e Inclusión, María José Tormo. Alma Teatre ofreció una performance reivindicativa en la plaza Pere Cornell. Por la tarde, realizaron diversas actividades para la diversidad sexual.

Benicarló, a su vez, conmemoró también el Día del Orgullo LGTBI con la lectura de un documento institucional mediante representantes de los cuatro grupos políticos con representación municipal. En el texto ratificaron la necesidad de invertir en políticas en favor de la diversidad sexual y la no discriminación de las personas, informa María José Sánchez.

Vilafranca se sumó al Día del Orgullo LGTBI con un taller de pintura mural dirigido por Artur López en el IES de la población. Mientras, en Castelló las banderas arcoíris llegaron al césped del edificio del rectorado de la Universitat Jaume I, Subdelegación de Gobierno y hasta el Estadio Castalia del CD Castellón. En el ayuntamiento tuvo lugar también un acto institucional en el que reiteraron los compromisos de visibilización y derecho a la igualdad de gais y lesbianas.

La otra cara de la moneda

No obstante, la seguida jornada reivindicativa dejó en otros puntos del país incidentes que empañaron las celebraciones en defensa de la equidad. En València, miembros de España 2.000 colgaron del balcón del edificio del ayuntamiento una pancarta con la bandera de España y el lema Orgullo Hetero, que permaneció durante unos segundos en la fachada de la casa consistorial por encima del cartel que la corporación municipal había colocado con motivo de la multitudinaria efeméride.

En Madrid, el Ayuntamiento también desplegó a su vez una bandera que representa al colectivo queer, pero a diferencia de como se venía haciendo en la etapa de Manuela Carmena como alcaldesa, donde ocupaba la fachada principal, el nuevo ejecutivo que preside el popular José Luis Martínez-Almeida lo hizo en un lateral del inmueble, ya que el protagonismo lo acaparó una bandera de España que Vox, uno de sus socios de gobierno, pidió que instalasen.

En Barcelona, en un local de comida rápida, un cliente recriminó a un homosexual su forma de vestir. «Que te cortes, estás en un sitio público. Te voy hacer hetero a hostias», le gritó.