CaixaBank, a través de su Acción Social, junto a la colaboración de la Fundación la Caixa, está desarrollando diferentes iniciativas de apoyo a los colectivos más desfavorecidos de la Comunitat Valenciana para paliar parte de los efectos de la pandemia del covid-19. Esta cooperación se centra, principalmente, en acciones de ayuda a personas sin hogar, familias con escasos recursos económicos y con el colectivo de personas mayores. La colaboración que existe entre ambas instituciones hace posible que miles de pequeñas y medianas entidades sociales solidarias puedan acceder a ayudas económicas para sacar adelante sus proyectos.

De esta forma, las dos entidades colaboran en un proyecto con el comedor social del padre Ricardo, en Castelló. Concretamente se trata de la obra social Inserción del marginado OSIM. «Nuestra filosofía es la atención a personas vulnerables sin recursos, a través del suministro de alimentos e incluso alojamiento para aquellas que no tengan hogar. El pasado 1 de mayo cumplimos 36 años y nuestra labor se realiza durante los 365 días del año. No hemos parado ningún día. Aquí se acoge a todo el mundo que lo precisa, sin selección», comenta Mª Ángeles García, una de las responsables del comedor.

«En estos momentos se han multiplicado las peticiones de ayuda, dada la situación que se vive en España, y servimos a una media de 50 personas al día, lo que ha supuesto un incremento respecto a la etapa anterior a la crisis sanitaria», revela. Y añade que les entregan «la comida en tuppers y se lo llevan, ya que el comedor no está abierto para que se queden a comer». Así, reparten desayunos, comidas y cenas, según las necesidades de cada persona.

Por otro lado, parte del proyecto también es dar cobijo a aquellos que lo precisan en la Granja Sunamita, en la partida Coscollosa de la capital de la Plana. «En la actualidad hay alojadas 20 personas, pero hemos llegado a tener hasta 50 usuarios. Todos ellos son atendidos por voluntarios», apostilla.