La nueva normalidad ya se respira en Castellón. Veraneantes de Aragón, el País Vasco, Madrid o Cataluña con segundas residencias o familiares en la provincia han desembarcado en las últimas horas, dispuestos a disfrutar de la costa tras el largo confinamiento y una desescalada progresiva.

Almudena y Daniel llegaron a primera hora de la mañana de ayer a su apartamento de Orpesa, en el que no habían estado desde el verano pasado. Este matrimonio de Madrid pasa también las vacaciones de Semana Santa en su segunda residencia de la provincia desde hace una década, pero este año la crisis sanitaria del coronavirus los dejó aislados en la capital. «Teníamos ganas de desconectar, ver el mar y estar tranquilos; pero, por supuesto, no lo hemos hecho hasta que las autoridades lo han permitido», explicó la pareja a este periódico tras deshacer las maletas. Como ellos, muchos otros propietarios disfrutan ya de sus jardines y piscinas, así como de la playa y los chiringuitos.

«En Orpesa hemos puesto en marcha un protocolo por el covid-19 en las playas y en todos los actos que va a organizar el Ayuntamiento. Hay normas, aforo, casetas informativas y una aplicación móvil en la que se puede consultar la capacidad de las playas. Siempre existe el miedo y por eso actuamos con mucha cautela», dice la alcaldesa de Orpesa, María Jiménez.

En Benicàssim también ha aumentado el flujo poblacional, pero con propietarios de segundas residencias de Castellón o del resto de la Comunitat. En el municipio también se extreman las precauciones. Informa Eva Bellido.

En Vinaròs se deja notar desde el pasado domingo un incremento de visitantes y turistas, especialmente de aquellos que tienen en la capital del Baix Maestrat una segunda residencia. Ciudadanos de Barcelona, Madrid o Zaragoza ya recorren el paseo y disfrutan de las terrazas. También se ha incrementado el número de personas procedentes del sur de Tarragona, que disfrutan de Vinaròs dada la proximidad.

VIGILANCIAS REFORZADAS

«En breve se pondrá en marcha la unidad de policía en bicicleta como refuerzo del dron que ya hace semanas que realiza un control exhaustivo», apunta el concejal de Interés Turístico, Marc Albella. El edil no teme posibles rebrotes de coronavirus «mientras se respeten las normas» y apela a la «responsabilidad». «Vinaròs no es un destino turístico masificado y trabajamos para que la gente disfrute con calidad», sostiene el edil. Informa Javier Flores.

En Peñíscola buena parte de los hoteles abren el día 3 de julio, como señala el alcalde, Andrés Martínez, por lo que el auge del turismo nacional se espera la próxima semana. Por el momento, comienzan a llegar dueños de villas y apartamentos, pero residentes de otras localidades. El primer edil cree que «el cambio se notará en unos días cuando reabra la planta hotelera. Esta semana ya arranca la unidad policial de playas y la que viene comenzamos con el dron y el equipo de informadores turísticos».

En Benicarló se aumentarán los controles en las zonas marítimas y se vigilará el cumplimiento de las normas en la playa. La alcaldesa, Xaro Miralles, hace una llamada a la prudencia para que la actual situación, con casos contados, se mantenga en el tiempo. Informa María José Sánchez.

CONCIENCIA

Por su parte, el alcalde de Moncofa, Wenceslao Alós, asevera: «Somos conscientes de que estos días están llegando turistas españoles. Entre otros lugares, provienen de Madrid, una comunidad que ha sufrido una gran incidencia del covid-19 y esto puede aumentar el riesgo. Aún así, también creemos que la gente está muy concienciada», explica. Informa Miquel Sánchez.