Mantener la normalidad en la medida de lo posible a pesar de una emergencia sanitaria nunca vista hasta ahora. Esta apariencia desprendía la sesión plenaria de la Diputación de Castellón celebrada ayer. Por primera vez, los representantes de la institución no se sentaron juntos en el salón noble del palacio de la plaza de las Aulas, sino que cada uno intervino y votó desde casa. Los únicos que se sentaron en su sitio fueron la vicepresidenta, Patricia Puerta, el secretario, Manuel Pesudo, y Borja Colón, del departamento técnico de la casa.

El procedimiento telemático conservó las similitudes con una sesión convencional, aunque hubo aspectos un tanto diferentes. Entre ellos, la forma de reflejar las votaciones. Del procedimiento de la mano alzada se pasó, mayoritariamente, a levantar el pulgar de la mano. Puede parecer un guiño al lenguaje propio de las redes sociales, pero era la manera más clara de mostrar el posicionamiento cuando cada diputado aparece a solas en un fragmento tan pequeño de la pantalla.

Aunque los puntos del orden del día no tenían que ver estrictamente con el coronavirus, el debate estuvo centrado en valorar esta crisis. La primera intervención fue la del presidente de la Diputación, José Martí, quien comenzó mostrando su solidaridad con el representante de Ciudadanos, el vila-realense Domingo Vicent, que ha perdido a su padre por esta pandemia. Un recuerdo extensivo a todos los que han sufrido una situación semejante. «Momentos duros, a los que se añade la soledad en el momento del adiós», detalló. Para ellos, y también en memoria de la última mujer víctima de la violencia de género en la provincia, hubo un minuto de silencio. En su intervención agradeció que las fuerzas políticas votaran unidas en estas circunstancias.

ACCIONES / Martí añadió la necesidad de desarrollar accciones acorde con la gravedad del momento. y que están «en coherencia con lo que es la Diputación, ser ayuntamiento de ayuntamientos, dar material y liquidez a los consistorios», expresó. El portavoz del grupo socialista, Santi Pérez, enunció por su parte las medidas emprendidas por la institución, entre las que mencionó el papel del Consorcio de Bomberos, «el único de la Comunitat que ha apoyado en tareas de desinfección en las localidades».

El popular Vicent Sales --quien agradeció el interés de la corporación por su convalecencia en los últimos días-- expuso la lealtad de su partido, aunque pidió «la misma lealtad del equipo de gobierno a la oposición».

Desde Compromís, Ignasi Garcia expuso que habrá «un antes y un después del coronavirus», y recordó los efectos económicos para trabajadores o autónomos. Por Ciudadanos, Cristina Fernández reclamó que la asistencia sanitaria «esté plenamente garantizada», incluyendo a residencias y las fuerzas de seguridad.

La Diputación aprobó en noviembre el primer presupuesto elaborado por su actual equipo de gobierno. La crisis sanitaria y sus consecuencias sociales obligarán a una amplia remodelación. Tal y como ya indicó José Martí, «la prioridad ahora es reactivar la economía de la provincia y cubrir, en la medida de nuestras posibilidades y competencias, aquellas necesidades sociales que nos trasladen los municipios».

PLAN 135 / La corporación dio el visto bueno inicial al plan de cooperación provincial de obras y servicios, conocido como Plan 135, que dotará de fondos a los municipios de Castellón. Una de las novedades de las bases es que incrementan el poder de decisión de los ayuntamientos en la hora de decidir dónde invertir los 12,4 millones de euros. Los técnicos estudian la forma de hacer posible que las obras puedan licitarse nada más finalice el estado de alarma. Por otro lado, una parte del dinero recibido puede dedicarse al gasto corriente, algo que puede aprovecharse para aquellas localidades que necesiten hacer frente a urgencias creadas por el coronavirus. Hasta ahora, este porcentaje era del 30% y ahora será de hasta el 50%. A ello se sumarán otros 12,4 millones de la Generalitat a través del Fondo de Cooperación Municipal.

BIENESTAR SOCIAL / La sesión también dio el visto bueno, con el apoyo de todos los diputados, a las bases de las subvenciones del área de Bienestar Social, que incluyen las destinadas a los Servicios de Promoción de la Autonomía Personal (las antiguas unidades de respiro familiar), que. por primera vez. tendrán un espaldarazo legal detrás, y las ayudas a entidades sectoriales y AMPA -para las escoles matineres-, con las cuales se garantizará el mantenimiento de los puestos de trabajo. Además, se aprobó la concreción de las ayudas destinadas a los municipios de menos de 10.000 habitantes en estas materias.