Los rebrotes de coronavirus han agravado este problema que lleva años arrastrándose y que, incluso, la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló, reconoció esta semana públicamente. Faltan médicos para garantizar una correcta atención sanitaria y cubrir de forma correcta la elevada carga asistencial, especialmente, en los centros de salud, que son la puerta de acceso del ciudadano al sistema sanitario y la pieza angular para el diagnósticos de casos y el control de la propagación de la pandemia.

El principal sindicato médico, CESM-CV, ha cuantificado este déficit de profesionales. En la provincia de Castellón ejercen en la sanidad pública unos 1.500 facultativos, por tanto, se requerirían más de 500 para poder ofrecer una cobertura correcta a los pacientes sin largas esperas ni demoras. «Las plantillas llevan cerca de 20 años sin redefinirse, cuando las técnicas eran otras y había menos avances, ahora hay capacidad para resolver más problemas y dolencias, por tanto, se requiere mayor personal», señala el secretario general de CESM-CV, Andrés Cánovas, quien reclama una «reforma profunda» del sistema para mejorar la atención al paciente, así como las condiciones laborales de los médicos. Esto debería permitir poder atraer a facultativos y evitar su marcha a países extranjeros después de haber sido formados aquí, la mayoría de ellos con fondos públicos.

Jubilaciones

Desde el Colegio de Médicos de Castellón recuerdan que, de acuerdo con las últimas estadísticas disponibles, en el periodo comprendido entre los años 2018-2022, se jubilarán unos 500 profesionales, el 20% de los médicos colegiados actualmente, aunque atendiendo a criterios asistenciales o de organización, los facultativos pueden seguir ofreciendo sus servicios hasta los 70 años, en una prolongación que se concederá por periodos de un año, y se irá renovando.

De ahí que desde la entidad colegial insistan en que la falta de médicos impide realizar un reparto equitativo de la carga de trabajo, por lo que defienden la necesidad de completar las plantillas. Para ello consideran que sería necesario hacer un plan de recursos o de ordenación de los mismos, especialmente, en Primaria que es donde más jubilaciones se prevén.

«Es preciso abordar las jubilaciones que se producirán en breve plazo y plantear la creación de un mayor número de plazas de MIR. Para ello es prioritario que la Administración haga una planificación que tenga en cuenta los recursos humanos y técnicos con los que cuenta cada centro de salud y la carga de trabajo para ver su situación y necesidades», señalan.

Otro de los elementos clave para entender porque no se pueden cubrir plazas creadas para ampliar plantillas de médicos es el de la escasez de plazas MIR. La Conselleria y los responsables de las Facultades de Medicina de la Universitat Jaume I y del CEU llevan tiempo insistiendo en que no hay suficientes plazas. Cada año se licencian unos 150 facultativos, pero, por ejemplo, esta convocatoria solo se ofertan unas 80 plazas en la provincia, insuficientes para garantizar el relevo generacional.

Huelga

La convocatoria de MIR depende directamente del Ministerio de Sanidad, que es a quien le compete publicar más vacantes. El malestar entres los médicos más jóvenes que están en formación es tan grande por las «malas condiciones laborales» que llevan ya casi cinco semanas de huelga, lo que resta aún más efectivos al sistema en plenos rebrotes. El sindicato médicos CESM-CV ha llevado ya el asunto a los tribunales dada la falta de diálogo con el departamento de Barceló, a pesar de que el propio presidente, Ximo Puig, ha insistido en la necesidad de acercar posturas y buscar una solución al problema.