La directora general de Universidades, Pilar Ezpeleta, valoró la propuesta del Ministerio de eliminar la horquilla de precios mínimos y máximos de las tasas universitarias dejando solo el tope superior, mirando a los que tenían antes de 2012, cuando llegó la ley Wert.

«Somos un gobierno progresista. Nos parece fenomenal porque supone defender la enseñanza en todos los niveles como servicio público. Estamos de acuerdo», declaró Ezpeleta, quien añadió que «obviamente vamos a mirarlo. En estos momentos se están haciendo números porque la Conferencia General de Política Universitaria «todavía no ha fijado el límite máximo». Esta institución también propone compensar a las universidades asumiendo el coste las comunidades.

No obstante, recordó que la Generalitat lleva dos años bajando tasas, de la primera matrícula un 7% y un 8% al siguiente respecto al 2012, precios que se han mantenido este curso. «El actual equipo mantuvo esa medida, con lo que en primera matrícula tenemos asegurada esa bajada del 15% y del 8% en las siguientes. ¿Qué haremos? Obviamente estudiar y acatar porque es una medida bien interesante», dijo.

«Ahora, también es cierto», matizó, «y todos somos conscientes, que estamos en una situación de dificultad socioeconómica enorme para todos y habrá que establecer prioridades. Lo tendremos en cuenta pero también se ha de decir que una bajada de tasa también es una forma de ayudar a paliar los efectos del covid», dijo.

Añadió que la Conselleria de Universidades ha incorporado mejoras al plan ordinario de becas vinculadas de manera excepcional a la crisis del covid.

La rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, señaló el jueves que en caso de que se decida un ajuste a la baja o reducción progresiva de las tasas, como plantea el Ministerio, debería ir de la mano de una compensación por matrícula en las universidades.

Por otro lado, la directora general de Universidades explicó que el retraso de la celebración de las pruebas de acceso a la universidad a los días 7, 8 y 9 de julio afectará muy poco a los alumnos en cuanto a la preinscripción universitaria, que arranca el 1 de julio, aunque sí a quienes se presenten a la extraordinaria, que será el 8, 9 y 10 de septiembre. «De los 24.000 alumnos que harán las pruebas en la Comunitat, 20.000 la habrán hecho en julio, pero los 4.000 que la realicen en periodo extraordinario se matricularán y entrarán más tarde». En la UJI, el año pasado se examinaron 2.322 en primera convocatoria y 407 en segunda. El 17 de julio se conocerán las notas ordinarias y el 28 de julio se dará la resolución de la preinscripción.

Ezpeleta defendió que la nueva Selectividad mantiene el modelo de la prueba, en el que los alumnos ya han venido preparándose, pero aumenta la opcionalidad al poder escoger entre más preguntas. Ello, dijo, ayuda a «favorecer al alumnado con mayor abanico de posibilidades».

A su vez, añadió que al hacerlo en los institutos, «se minimiza la dificultad del transporte y se da tranquilidad al alumnado, al ser un entorno conocido, y seguridad», señaló. Este cambio de emplazamiento supondrá, además, contar con más profesorado voluntario para colaborar en la vigilancia de las aulas.

Ezpeleta defendió que a los aspirantes de las pruebas de acceso a la universidad «se les proveerá de todo aquello que Sanidad determine que deben llevar; no tendrán que traerlo de casa». Indicó que «estamos preparando los protocolos» en cuanto a condiciones higiénico sanitarias y se asegurará la desinfección de los centros.