Marcelino García Toral lo tiene claro: quiere un box to box para apuntalar el centro del campo, un futbolista enérgico, dinámico y que sea de los llamados de ida y vuelta. Ese jugador tiene nombre y apellido: Alfred N’Diaye, mediocentro internacional absoluto por Senegal, que pertenece al Real Betis y en el que se ha fijado el entrenador del Villarreal para ser el complemento ideal de Bruno, Manu Trigueros e incluso para formar un trivote de máximo nivel para la próxima edición de la Champions League.

El cuerpo técnico del Submarino lleva tiempo estudiando y analizando al todoterreno bético, el cual ha ido mejorando sus prestaciones con los verdiblancos desde que llegara en el año 2014.

El franco-senegalés se ha consolidado en la élite del fútbol europeo, tras comenzar su carrera en el Nancy francés, luego recalar en Turquía (Bursaspor), y militar una campaña en la Premier League, en el Sunderland, del que primeramente llegó cedido el jugador al Betis, que lo adquirió en propiedad en agosto del 2014.

El centrocampista del Real Betis, además de cumplir a la perfección con los parámetros del todocampista que pretende Marcelino, es polivalente, ya que puede actuar de defensa central, lo que podría oxigenar a los amarillos durante la temporada.

TRES AÑOS LE RESTAN // A N’Diaye le restan tres años de contrato, ya que firmó por cinco temporadas en verano del 2014, con una desorbitada cláusula de rescisión de 20 millones de euros. Pero el interés del Villarreal, que ha realizado una oferta por el futbolista de alrededor de 4,5 millones de euros, y las maltrechas arcas del club andaluz, pueden acelerar los acontecimientos.

El problema puede estar en que el Betis pretende sacar algo más de rendimiento económico, aunque el Submarino no está por la labor de invertir más de lo ya ofrecido. No en vano, está la posibilidad de que el mediocentro amarillo Tomás Pina, que ya fue pretendido por los béticos el pasado enero, entrara en la operación, aunque otros clubs como el Brujas belga también le pretenden. H