Arturo Navarro forma parte de ese reducido grupo de jugadores cuya renovación puso Frank Castelló como innegociable para disponer de un proyecto ganador. El central volvió a rechazar propuestas más suculentas, en lo económico y en lo deportivo (es decir, de superior categoría), pero el destino le jugó una mala pasada. El bocairentí le reservó en las macrorrotaciones de la aciaga noche del Almazora y, unos días después, antes de visitar al Crevillente, se lesionó. El sábado en Orriols protagonizó una de las noticias alentadoras, aunque su ingreso estuvo basado en un percance --afortunadamente, sin revestir gravedad-- de Juanjo Gracia. El caso es que, con Arturo, el Castellón eleva sus defensas y permitirá a Castelló volver a abrazar ese sistema, tan controvertido pero venerado por el técnico, con tres centrales.

AUSENTE DESDE PATERNA // No jugaba Arturo desde el 10 de septiembre. Entre unas cosas y otras, han transcurrido más de seis semanas. No obstante, Castelló ha puesto un especial celo en su vuelta. De tal forma, que pese al moderado periodo de inactividad, no resulta descabellado pensar que sea titular, mañana por la tarde en Castalia (18.00 horas), frente al Paiporta. Bien como central (en una retaguardia de cuatro miembros), bien en el ya comentado dibujo de tres (presumiblemente, junto a Àngel Dealbert y Enrique José Sampedro). Sin descartar que, como en el rato que estuvo frente al Torre Levante, como lateral izquierdo, aunque Castelló vuelve a disponer del único 3 específico. Un Kike Ferreres que también se ha tirado las mismas semanas (concretamente, unos días menos que Arturo) sin jugar, aunque en el caso del burrianense su reaparición apunta a Todos los Santos.

Iván Sales y el mencionado Juanjo también estarán a disposición de Castelló, con lo que Abraham Peleteiro es el único que está absolutamente descartado (todavía no tiene la ficha tramitada).

Arturo corroboraba las buenas vibraciones en Orriols: «Ha sido un mes largo de lesión pero, después de mis primeros minutos, las sensaciones son buenas, como ya lo eran en los entrenamientos, sin molestias y muy bien». Y eso que no ocupó su demarcación habitual, lo que añadía un plus a su regreso. «Entré por una pequeña lesión de Juanjo y me tocó jugar por la izquierda. Alguna vez he jugado como lateral izquierdo pero no es mi posición, pero si tengo que jugar ahí, no pasa nada: me ofrezco al míster para jugar donde sea», dijo el defensa, ávido de oportunidades.

Hablando de sensaciones, el castellonense no es tan negativo, pese a que los números reflejen una situación preocupante: séptimos, a ocho puntos del primer puesto y a cinco de la zona de play-off, con la mayoría de los primeros clasificados ya con el mismo número de encuentros computados. «Tuvimos el partido para llevarnos los tres puntos, que hubiesen sido bastante merecidos por el buen trabajo y las ocasiones que creamos», indicó.

AJENO AL PESIMISMO // Cuestionado por el tono anímico del vestuario, éste es ajeno al pesimismo, a tenor de las palabras de Arturo: «El equipo está bien, con ganas». Eso sí, no se ponen una venda en los ojos: «Nos hacen falta más puntos para estar arriba». «Todo punto es bueno, sobre todo fuera de casa, pero será mejor si el miércoles nos llevamos los tres contra el Paiporta», agregó. Con ellos, el Castellón mitigará el déficit, pero seguirá fuera de los cuatro primeros, a la espera de tropiezos de rivales directos.