El El Atlético dejó pasar una gran oportunidad de abrirse paso hacia cuartos. Tuvo al alcance de la mano el triunfo ante un abnegado PSV, pero dejó todos los deberes para la vuelta al acusar de nuevo una angustiosa falta de pegada. No aprovechó primero sus mejores ocasiones, mientras los dos equipos estuvieron con once, y no supo hacer valer después la superioridad en que le dejó la expulsión de Pereiro con 25 minutos por delante.

La sequía colchonera dejó con vida al campeón holandés, que dio por muy bueno el empate. Tardó más de la cuenta la defensa local en plantar sus reales y a punto estuvo a los cuatro minutos de verse sorprendida. Gabi lanzó desde su campo para el desmarque de Vietto, el argentino superó con la puntera a Zoet, pero Bruma llegó a tiempo. Intentaba replicar el PSV cuando un pase de Savic al espacio entre los centrales estuvo a punto de ser aprovechado por Koke. El choque entró entonces en la fase de respeto, control e interés preferente en no perder las posiciones.

No se abrió el marcador pero si el juego, que pasó a moverse en episodios de ida y vuelta. Mal panorama para Óliver, la gran novedad rojiblanca. En una de esas Oblak apareció para evitar que Propper marcara. La ofensiva rojiblanca no dio frutos tras el descanso e incluso se vio colapsada por una contra que Koke desbarató con un arriesgado despeje. A balón parado tampoco llegó la solución porque el árbitro anuló un gol a Godín. La expulsión de Pereiro pudo allanar el camino, pero ni con Torres y Correa en el campo el Atlético tuvo claridad. H