Si la Liga echa un vistazo a su propia historia y quiere respetar las tradiciones, se quedará con el mismo campeón. El Barcelona lleva las de ganar en el mano a mano final después de que el Atlético haya muerto en la orilla. A la ventaja que supone depender de sí mismo, se une el simbólico peso de un pasado que juega a su favor. Los cinco match balls que han disputado Barcelona y Real Madrid en la última jornada han caído siempre en la pista azulgrana. Un pleno de cinco títulos, un rotundo 5-0, con el recuerdo de las dos Ligas de Tenerife por encima de todos. Este sábado, en el Nuevo Los Cármenes, se vivirá el sexto capítulo de una historia que data de mitad del siglo pasado, con aquel Barcelona de las Cinco Copas en Les Corts.

No es usual jugarse la Liga el último día, pero el Barcelona ha vivido este episodio unas cuantas veces, aunque no siempre ha salido bien librado. Al contrario. A lo largo de la historia, los azulgrana han sufrido varias decepciones, algunas de ellas a la altura del carácter perdedor que acompañó al club durante décadas. La de Lattek, por ejemplo, desperdiciando una holgada ventaja en una lastimosa recta final donde no fue capaz de ganar un partido. Un fracaso que se repitió hace un par de años, con Tata Martino, cuando empató los tres últimos encuentros. El decisivo, frente al Atlético, en el Camp Nou, en medio de una apatía y una resignación nunca vistas, cerrando así una temporada en blanco.

VALDANO, DOBLE VERDUGO // Pero, curiosamente, cuando el Real Madrid anda por medio como ahora, siempre ha vivido un buen final. Han pasado ya décadas desde uno de los precedentes más recordados, o mejor dos, porque el destino propició una doble jugada repetida, tan increíble que todavía ahora cuesta creer que todo aquello ocurriese (1992 y 1993). Los mismos actores (Barcelona, Real Madrid y Tenerife) y una situación prácticamente idéntica que beneficiaba a los blancos. Leo Beenhakker y Benito Floro sucumbieron a la llamada flor de Johan Cruyff, con la colaboración de un exmerengue que acabaría en el banquillo del Santiago Bernabéu: Jorge Valdano.

Al año siguiente, hubo una tercera entrega de un triunfo en el último segundo en este caso literalmente, pero entonces la víctima fue el Deportivo y Djukic más que nadie. Tres títulos consecutivos conquistados sobre la bocina y que se vivieron en directo en el Camp Nou. Tres explosiones inolvidables. El último precedente también se vivió en el estadio. Hace seis temporadas. Fue mucho más relajado, frente al Valladolid de Javier Clemente (4-0).

NO SE JUEGAN NADA // Esta vez, unos y otros lo vivirán desde la distancia. Será el sábado a las cinco de la tarde. En Granada y en A Coruña, frente a dos equipos sin nada por lo que luchar salvo el deseo de ganar. Quizá en el Nuevo Los Cármenes habrá algún aliciente extra, si se cumple la tradición sabida y silenciada de primas y maletines. Pero ningún aliciente supera el del Barcelona: ganar una Liga que tenía ganada. Una oportunidad para cerrar el set de matchs balls con un 6-0

Otro dato llamativo. El Barcelona suma 23 títulos, de los que hasta nueve los ha alzado en la última jornada, lo que habla bien a las claras de lo que, históricamente, le ha costado... H