El Olympique de Lyón se proclamó ayer campeón de la Liga de Campeones femenina, después de vapulear a un cándido Barcelona, que acabó goleado (4-1), en un encuentro donde sobresalió por encima de todas las jugadoras la vigente Balón de Oro, la noruega Ada Hegerberg, autora de un hat-trick de élite.

Las azulgranas ya estaban bajo aviso del vendaval que se les podía echar encima y que al final fue media hora letal, cuando recibió los cuatro goles. El cuadro francés no defraudó y mostró un potencial muy superior a su rival, con el que no solo sentenció el partido, sino que vuelve a exhibir músculo en el historial de la Liga de Campeones, ganando este trofeo por cuarto año consecutivo, y sexto en total.

El equipo azulgrana, en el que milita la castellonense Gemma Gili, aunque ayer no fue de la partida, cierra una temporada histórica al disputar esta final.