El Burriana quiere volver a sonreír con gente de casa

Lejos de conseguir la meta, el equipo celeste se mantuvo a años luz de la lucha por la promoción y terminó la temporada en cuadro, debido a la marcha de la mitad de su plantilla, y encajando alguna que otra derrota sonrojante fruto del contexto. Para que regrese la ilusión los celestes han apostado por Ramón Llopis para el banquillo del San Fernando. El nuevo entrenador gusta del buen juego y de la gente joven con ganas de crecer, no en vano, en La Moleta dio la alternativa a una decena de juveniles en Regional Preferente.

El Burriana 2017/18 nace fundamentado por gente de la comarca, salvo tres futbolistas todos son de la Plana Baixa. En la portería se marcha el arquero Raúl Martínez, a l’Alcora, y llegan dos jóvenes cancerberos con ganas de crecer como Valerio, del Almazora, y David Doménech, que procede del propio juvenil.

En defensa, salvo el capitán Postin, santo y seña en el San Fernando, todo son caras nuevas. El lateral derecho estará cubierto por ‘Parcour’, del Almazora, y Gio, juvenil del Club La Vall. Para el costado izquierdo de la retaguardia, está el refuerzo de Carlos Moya, del Albuixech. El eje de la zaga lo componen Rubén Ribes, Calatayud y Raúl Villarrubia, todos ellos se los trae Ramón Llopis del Club La Vall. En el centro del campo se mantienen en el equipo Pablo Picó y el extremo izquierdo Barreda. La medular se completará con jugadores como Salmerón, del Nules, el mediocentro Borja López, del Castellón Juvenil, el extremo Pinazo, del Acero, y del mediocentro Raimon del Almazora. Sin embargo, la guinda del pastel está en casa, y es la vuelta de Vicente Picó. En ataque, Ramón Llopis dispondrá de pólvora, David Megina, segundo máximo goleador del Grupo I en el Club La Vall, Quique Bernat, procedente del Castellón B, e Iván Fandos, verdugo celeste, serán grandes activos para que el Burriana esté muy arriba en la tabla.