El Villarreal busca un portero. Desde hace semanas el club analiza el mercado de guardametas para encontrar uno que se adapte a las exigencias y el perfil que agrada al nuevo técnico, que empieza a coger el timón del primer equipo esta misma semana. Unai Emery considera que en la portería existe margen de mejora y trabaja para lograr la incorporación de ese jugador que cumpla el perfil deportivo y se ajuste, de igual manera, en el apartado económico, puesto que el club amarillo debe ajustarse a los parámetros que marca el fair play financiero y, por consiguiente, a la masa salarial que tenga asignada. El nuevo míster quiere incorporar un guardameta con envergadura, de corte moderno y que domine el juego de pies.

Andrés ha interpretado el rol de segundo portero con gran profesionalidad, con un comportamiento intachable y convirtiéndose en una alternativa de garantías cada vez que ha tenido que ponerse los guantes. Pero a sus 33 años quiere encarar el final de su carrera sintiendo que tiene opciones de jugar y demostrar que puede ser útil en el equipo donde esté. Y el futuro de Andrés parece ligado al Huesca, que acaba de ascender a Primera División y es un club en el que ya jugó hace unas temporadas. El guardameta murciano saldría con un traspaso mínimo al Huesca, casi simbólico, si la operación acaba concretándose y a la espera de que el Villarreal tenga atado ese portero que está buscando.

En esa línea se halla la búsqueda de un cancerbero que ya ha puesto en marcha desde hace semanas el Villarreal, cumpliendo la hoja de ruta marcada por Unai Emery, quien ha comunicado al club su pretensión de contar con otro guardameta de plenas garantías que pueda, incluso, competir o arrebatar la titularidad a Asenjo. La portería es una demarcación complicada y la fórmula que buscaría el Villarreal sería, preferiblemente, un jugador a préstamo, una opción que ya ha utilizado con varios guardametas, el último Areola, cedido por el PSG.

El Villarreal continúa perfilando las operaciones que tiene en marcha, sabiendo que este año, por las circunstancias especiales provocadas por la pandemia internacional del covid-19, el plazo para inscribir jugadores concluye en la primera semana de octubre.

Tiempo hay por delante para perfilar una plantilla que solo necesita algunos retoques, puesto que su base está configurada, en un año en el que volverán a competir, de nuevo, en Europa. H