El Real Madrid, vigente campeón de LaLiga, arranca en estado de euforia tras la conquista de las dos Supercopas, su camino al objetivo marcado por Zidane, reeditar el título liguero, en Riazor ante un Deportivo todavía incompleto y con bajas importantes.

El conjunto madridista le ha tomado en los últimos años la medida a Riazor. Entre 1992 y 2008 no pudo lograr la victoria en Coruña, pero desde que rompió el maleficio, ha puntuado en sus seis visitas más recientes (cinco victorias y un empate) y en las tres últimas ha anotado de media más de cinco goles (2-8, 0-2 y 2-6).

El Deportivo recibirá al Real Madrid con la intención, como dijo su entrenador, Pepe Mel, de obligarle a pensar en defender porque si solo se dedica a atacar se repetirá la historia de las últimas visitas, además en un momento en que el equipo de Zinedine Zidane tiene la puntería afinada.

Ni siquiera la baja del portugués Cristiano Ronaldo, sancionado, alimenta las esperanzas locales, que la temporada pasada recibieron seis goles de manos de la entonces segunda unidad del Real Madrid, también sin el luso en Riazor.

Los coruñeses han recuperado a su delantero de referencia, Florin, que arrastra molestias en la zona inguinal, pero no han podido contar con tres jugadores de la línea de ataque: Emre Çolak, sancionado; Carles Gil, lesionado; y el uruguayo Fede Valverde, que se pierde el partido por la cláusula del miedo que incluyó el Real Madrid en su cesión al Dépor.

Por su parte el Madrid recupera para el once a Casemiro, Isco y Bale tras darles descanso en el segundo clásico de la Supercopa de España ante el Barcelona.