Las ruedas de prensa de Óscar Cano, sobre todo en las previas de los encuentros, tienen un alto componente didáctico, así como titulares impactantes. Los de este martes los dejó al final de su larga intervención. «El Castellón se va a salvar, tenemos un plantillón, lo digo yo». «Y este equipo, manteniendo el bloque, con el paso de unos años luchará por ascender a Primera, pero primero vamos paso a paso», esgrimió a continuación el granadino.

Ese «paso a paso» implica la permanencia, reto para el que, a juicio del entrenador albinegro, cuentan con una ventaja: «Partimos de que estamos acostumbrados a sufrir». «En mis primeros cinco meses aquí trabajamos todos los días asumiendo que estábamos casi descendidos, pero aquello se remontó gracias a la fuerza mental del grupo, capaz de relativizar las cosas, de ver que había tiempo, de que había calidad...», relató, subrayando que, en cualquier caso, aquella salvación «no fue un milagro».

CONFIGURACIÓN DE LA PLANTILLA

Además, explicó, de forma pormenorizada, el motivo por el que tiene una plantilla más extensa en detrimento de un menor número de fichas, concentrando el gasto en una para un futbolista resolutivo. «Primero, porque tenemos jugadores con contrato a los que si rescindes, computa como gasto». «Además, esos futbolistas están sobre el millón de euros, que es gastarte el 30% de tu presupuesto; y si se lesiona, estás muerto», añadió Cano. «Esos jugadores no quieren venir a equipos recién ascendidos, sino a los que luchan por subir», ahondó. «Y luego está el salario», acabó rematando el tema.

Cano recordó los cinco millones de euros pagados por el Almería al Partizán de Belgrado para fichar al delantero nigeriano Umar Sadiq (más que todo el presupuesto del Castellón). O que el Girona se permite el lujo, el sábado, de sacar solo un rato en la segunda parte al uruguayo Cristhian Stuani que, según el entrenador del Castellón, «cobra todo lo que la plantilla nuestra junta».