Mañana, Castalia acogerá el España-Montenegro, partido oficial de la sub-21, valedero para el Campeonato de Europa de la categoría de dentro de dos años, que se disputará en Hungría y Eslovenia. La Rojita abrió la fase el viernes con un triunfo en Kazajistán (0-1). Será la 10ª presencia de la selección española, en sus distintas categorías, en el feudo albinegro.

Castalia, por su capacidad (15.500 espectadores) y antigüedad (inaugurado en 1987), ya no está para acoger a la absoluta, que visita estadios mucho más modernos y grandes por su tirón. No en vano, sí que se las ha arreglado para ser escenario de partidos de otros combinados de la Roja, aun incluso en sus tiempo más aciagos. Como, por ejemplo, el encuentro de hace tres años frente a San Marino, con el recinto amenazando ruina. ¡Qué cerca estuvo de que el partido no se disputase, por las deficiencias estructurales que el Ayuntamiento, con su intervención de los últimos meses, ha subsanado!

La absoluta jugó en 1987 y 1991, frente a Luxemburgo (2-0) y Portugal (1-1), respectivamente. La sub-21 ha venido ya en tres ocasiones: 1996 (1-0 a Luxemburgo), 2005 (4-2 a Bosnia-Herzegovina) y 2016 (6-0 a San Marino). Además, la olímpica empató a uno ante Bélgica en el viejo Castalia (1979) y cayó ante Inglaterra (0-1, 1991). También jugó la selección española juvenil ante Holanda en 1980 y la femenina en 1995, contra Rumanía (5-1).

No será la última visita de España; ni, sobre el papel, debería demorarse en exceso la próxima comparecencia. El miércoles, en la presentación de este España-Montenegro sub-21, las autoridades se comprometieron a traer al combinado absoluto de mujeres, ahora que el fútbol femenino está creciendo tanto en nuestro país, tanto en número (las que lo practican), como en calidad. No en vano, fueron cuartofinalistas en el Campeonato de Europa del 2017 y llegaron a los octavos en el Mundial de este año, disputado en junio y julio en Francia.