El Castellón disfrutó del inicio soñado. Victoria inapelable, con goleada (4-1)... y al frente de la clasificación. Habrá que esperar a rivales que ofrezcan más resistencia que el Rayo Ibense, pero el punto de partida fue francamente prometedor. Sobre todo después de cómo ha sido el verano, de todo lo que ha acontecido en los menos de dos meses que separaron la fatídica tarde de Gavà del nuevo estreno liguero en el exilio de La Serratella.

De salida, el Castellón superó la presión, alta y adelantada, de su adversario, mascando la jugada aunque, en ocasiones, asumiendo riesgos en la génesis de la misma, cuando Arturo y Guille Vázquez hacían circular la pelota peligrosamente sobre el balcón del área de Zagalá. Con todo, el dominio no le llevó apenas a pisar los dominios del meta visitante.

LLEGAN LOS GOLES // Los albinegros perdieron esa inercia, lo cual fue aprovechado por los alicantinos para estirarse tímidamente. Sin juntar esos dos o tres pases seguidos, el balón parado fue el recurso de los orelluts para inclinar la contienda de su lado. Un segundo córner consecutivo, botado por Borja Gómez, fue cabeceado al alimón entre Fonte y Arturo para batir a Marcos, aunque la autoría del 1-0, rebasada la media hora, fue del central.

El burrianense había olido el gol entonces y, a la siguiente, ya hincó el diente. Yagüe peleó una pelota en las alturas y el central Elías se confió. En circunstancias normales, el delantero hubiese desistido porque el capitán alicantino lo tenía todo a su favor, pero el 9 por excelencia metió la pierna para alojar el balón en las mallas. Sin duda, un gol por ganas, las de un jugador que no disputaba un partido oficial desde principios de enero. El descanso llegó a continuación, con el encuentro ya visto para sentencia.

El 2-0 y el paso por el vestuario adormeció a los orelluts, que cedieron el esférico y el dominio a los alicantinos. Castelló no demoró los cambios ante las sobrecargas de los dos primeros goleadores de la temporada. El 4-4-2 mutó al 4-3-3, circunstancia que reactivó a los albinegros. La mejor acción colectiva del partido, con la participación de hasta cinco futbolistas, culminó con el 3-0, de Yagüe a puerta vacía, en el 63’.

El Castellón tuvo media hora para jugar a placer. Y lo hizo, en la medida en que Javi Zarzo y Chema empezaron a lucirse por los dos costados. No en vano, ambos fueron protagonistas en el tercer y cuarto gol de los locales, el último con sello del valenciano (min. 74). Los orelluts se recrearon y ofrecieron un fútbol más vistoso, aprovechando que el abultado resultado y un adversario que hacía tiempo que había sacado la bandera blanca se lo permitían. El 4-1, en la acción final del partido, llegó como un auténtico accidente, en una acción calcada al primero de la tarde, con la diferencia de que Yagüe, al tratar de obstaculizar el remate de Aitor, cabeceó hacia atrás. Algo que no impide que el Castellón empieza en lo más alto de la tabla. H