Castellón y Valencia vuelven a ir de la mano. El club presidido por Vicente Montesinos anunciaba ayer la recuperación de la tradicional y fructífera alianza con la entidad che, que supondrá una mejora «deportiva y económica» para la entidad de Castalia, según fuentes próximas a las negociaciones.

«La Fundació Albinegra de la Comunitat Valenciana, la entidad que gestiona la cantera del CD Castellón, ha suscrito un convenio de colaboración social y deportivo con el Valencia CF», según el comunicado, que añade que «con la firma de este acuerdo, ambas entidades aúnan esfuerzos para trabajar conjuntamente en la mejora continua de la formación que reciben los jugadores y técnicos de las categorías del fútbol base (hasta la edad de juveniles); así como colaborar en el desarrollo de actividades de ámbito social y/o deportivo promovidas por cada una de las entidades», reseña la nota.

NOMBRES PROPIOS // «El acuerdo viene a impulsar y consolidar la buena relación histórica entre ambos clubs en materia de formación y desarrollo del talento de futbolistas de la Comunitat Valenciana», refuerza. «Algunos de ellos son bien recordados y queridos por ambas aficiones, como son los casos de Pablo Hernández y Àngel Dealbert», añade sobre dos de los referentes del albinegrismo de los últimos tiempos y parte fundamental en el proyecto actual del Castellón. Por no hablar de los Gaizka Mendieta, Enrique Saura, Robert Fernández, Pedro Alcañiz o Juan Bautista Planelles, entre otros.

¿Cómo se traducirá esta alianza, en clave albinegra? Con ella, el Castellón obtendrá una mejora deportiva y económica. No en vano, las dos entidades pactarán condiciones, en el caso de que el Valencia quiera incorporar a alguna joven promesa que despunte en el Castellón. Al mismo tiempo, éste podrá obtener la cesión de jugadores procedentes de la Ciudad Deportiva Paterna en las diversas categorías inferiores, lo que redundará en el crecimiento de la cantera albinegra.

SENTAR LAS BASES // Castellón y Valencia han suscrito el acuerdo hasta el final de la temporada, aunque la idea es que solo sirva para sentar las bases de una colaboración a más largo plazo. Ahí entraría también el primer equipo del Castellón: desde la cesión de futbolistas procedentes de la entidad de la capital del Túria (algo inviable ahora, por cuanto el Mestalla también milita en Segunda B y, de hecho, es rival directo, a día de hoy, en la lucha por la permanencia), a la posibilidad de que el primer equipo che pueda comparecer en Castalia para la disputa de algún trofeo o partido amistoso.

El Castellón entiende que dentro de su proyecto de crecimiento, de su plan de futuro, es necesario contar con la ayuda de un gran club a la hora de tomar ese impulso que le debe conducir al fútbol profesional. Así, recupera una simbiosis que, históricamente, ha dado buenos frutos a ambas entidades. No solo a los albinegros, sino al Valencia, que aunque ha firmado acuerdos similares con otros clubs de toda la geografía autonómica, ninguno con el potencial del orellut.