Que el Villarreal sabe que tiene en Samuel Chukwueze a una estrella de nivel planetario en ciernes es más que evidente. Como también que le será complicado retener al joven atacante nigeriano de 20 años que, desde su primera aparición con el primer equipo en noviembre del pasado año, captó la atención del fútbol europeo gracias a actuaciones brillantes en liga, copa y competición continental, en las que firmó ocho goles. Nigeria se apresuró a otorgarle la internacionalidad absoluta pensando en la Copa África de este verano, en la que las Águilas Verdes llegaron a semifinales. Y la publicación italiana Tuttosport a incluirle entre los aspirantes al Golden Boy, galardón que premia al mejor sub-21 del fútbol europeo y en el que Samu ha pasado los dos primeros cortes para estar, de momento, entre los 60 supervivientes del centenar de proyectos de estrella que iniciaron el camino.

Chukwueze tiene una durísima competencia con rivales tan destacados como De Ligt —semifinalista de la última Champions con el Ajax—, la nueva sensación del Atlético, el portugués João Felix, el exjuventino Kean —fichado por el Everton a cambio de 27 millones de euros— o el madridista Vinícius Júnior. Todos ellos parten con un mayor apoyo mediático para llevarse el Balón de Oro de los pujantes veinteañeros pero para Samu, estar entre ellos ya es un motivo de orgullo.

Año y medio atrás, el extremo acababa de llegar al filial groguet, con el que estuvo a un tris de subir a 2ªA. Llegó el primer equipo, la selección, la Copa África... Y todo a una velocidad de vértigo. ¿Veremos este año la eclosión definitiva? «La pasada temporada no me fueron mal las cosas, pero en esta espero que todo vaya incluso mejor. Estoy más adaptado al equipo y a la categoría y, además, siempre es una ventaja haber podido completar toda la pretemporada», dijo el joven atacante, que en los últimos meses ha mantenido con el corazón en un puño a sus ya muchos fans en el Villarreal —los mismos que le eligieron jugador revelación del equipo en la pasada liga— por si aparecía alguna oferta amenazante.

El cierre del mercado de la Premier supuso un alivio, aunque Samu reconoce que su futuro groguet nunca estuvo en peligro real. «Era más lo que se decía, lo que aparecía en la prensa... Pero siempre tuve claro que me quedaba en el Villarreal. No veo un club mejor para seguir con mi etapa de progresión y, además, soy feliz aquí, como en casa», explicó el nigeriano, que ha empezado como titular esta temporada 2019/2020, algo que coloca en un segundo plano: «El sufrimiento del año pasado nos enseña que aquí lo importante es el equipo, no las individualidades», comentó Samu con aplomo, deseando que la suerte empiece a cambiar y que el Villarreal «coja una buena racha que permita estar entre los de arriba». Es su primer reto, devolver al Submarino a Europa. Después hay otras metas, sobre todo un Mundial a tres años vista: «A largo plazo, mi sueño sería estar en Catar».