Problemas para Kiko Ramírez a la vista. El Castellón afronta la visita al Ontinyent con cinco bajas ya seguras y tres incógnitas.

Arriba, Gaizka Saizar y Rubén Fonte son las ausencias. Pero es que, además, el frustrante empate frente al Acero se ha cobrado dos víctimas, en forma de sanción: el expulsado Álvaro Gómez, más Luismi Ruiz por acumulación (tampoco Pruden Sáez, que viene de ver la quinta amarilla del segundo ciclo, aunque está próximo a recalar en el Atlético B). Por contra, Álvaro Campos y Jesús López ya estarán sobre el césped de El Clariano, ausentes anteayer precisamente por las cinco amarillas.

Además, Juanra Cabrero, David Escudero y Diego Carrillo estuvieron fuera de la última convocatoria por diferentes problemas. El primero acusa el desgaste de la competición y arrastra problemas en los isquiotibiales. El extremo barcelonés tampoco está en plenitud de facultades, por un golpe en el gemelo y por estar fuera de forma; mientras que el ilicitano tampoco viene de una buena semana, con vómitos y mareos, más un problema de cadera.

Las bajas afectan prácticamente a todas las líneas, aunque especialmente significativa es la del recambio del torrentí (el Castellón tendrá que acostumbrarse a vivir sin él), por lo que ha significado para el equipo a lo largo de esta temporada. Igualmente, habrá que ver cómo se recompone la zaga, que es la zona con más interrogantes.

El inicio de la fase más exigente de la competición no varía las disposiciones de Ramírez, que a la vuelta del descanso de este martes, tiene reservada una doble sesión para mañana. Una semana de las habituales, a diferencia de la inmediatamente anterior, cuando disputaron el amistoso en Onda (2-1).

La situación es mucho más tranquila en Ontinyent, porque al margen de Isaac, sustituido al inicio del partido frente al Elche B, Miguel Ángel Mullor cuenta con todos, al recuperar a Rafeta, que estaba sancionado. Eso sí, Kiko Ferrer, segundo entrenador, fue expulsado. H