Ni rastro de Messi, abatido y derrotado como nunca se le vio. Ni rastro de Argentina, que se queda ahora a las puertas del infierno tras ser sometida por una gran Croacia (0-3). A la puerta del desastre porque Sampaoli no respetó ni a su propio estilo. Unido todo ello a un error increíble de Caballero, que regaló el 0-1 a Rebic, antes de que Modric firmara un baile maravilloso con la pelota antes de soltar un sensacional derechazo que enviaba a Argentina a la hoguera, como certificó luego el 0-3 de Rakitic en el tiempo añadido. Aún no se ha quemado del todo, pero si Islandia gana a Nigeria ya estarán haciendo los argentinos las maletas, mientras Mascherano, retrato del inexorable declive de Argentina, se quedaba levantando los brazos pidiendo un fuera de juego que no existía.

TRISTE INICIO ARGENTINO / El drama fue el partido de Argentina. Y eso que Sampaoli, dolido por el empate con Islandia, removió la alineación y sacudió la pizarra. Sentó a Di Maria en el banquillo, apostó por una línea de tres centrales, pero a los cinco minutos de encuentro tenía el técnico un ataque de nervios. Su selección, también. Perisic, veloz y profundo, detectó pronto donde estaba el problema de la albiceleste. Salvio y Mercado no cerraban el carril derecho de la defensa.

Croacia, a lo suyo. Jugó bien a fútbol, generando peligro a través de Modric y Rakitic, que se complementan de maravilla. Primero fue Perisic con un soberbio disparo repelido por la menos soberbia mano izquierda de Caballero. Argentina temblaba porque Messi no entraba en juego. Ni un solo disparo. Nada de nada. Apenas tocó 20 balones en los 45 minutos iniciales. Cabizbajo se fue al vestuario al descanso y destrozado quedó al ver como Caballero firmó la tragedia. Un error intolerable en un partido de este nivel. El guardameta golpeó con tal deficiencia técnica que la pelota le llegó a Rebic, quien empalmó un disparo monumental para retratar el monumental error de Caballero. Fue el principio del fin para la albiceleste.