Un compañero le abraza nada más cruzar la meta. «Enhorabuena… Con dos huevos», le dice. Álvaro Cuadros le sonríe. Es jornada festiva para el equipo Caja Rural. Su líder (luce el dorsal 41) logró ayer imponerse en la etapa reina de la Volta a Castelló, con el mítico final de Vistabella, y hacerse con el maillot de líder a falta de la última etapa, que no presenta grandes dificultades.

«Tenemos un gran equipo y creo que podremos defender los 37 segundos que tengo sobre el francés Luca de Rossi», decía ayer este granadino de La Zubia, de 22 años, vencedor esta primavera del Memorial Valenciaga, la prueba más importante de España.

La tercera etapa de la ronda castellonense era la más dura y se anunciaba batalla en los puertos entre la veintena de corredores que andaban en el pañuelo de un minuto en la general. Uno de ellos era Cuadros, que en la etapa anterior no tuvo su día y cedió 43 segundos. Pero fueron otros los protagonistas en la primera parte del recorrido. Por el km 30 se formó un grupo de doce hombres, ninguno de ellos peligroso para la general. El mejor clasificado, Itamar Einhorn (Israel Cycling), a 9.05 del líder Zuccarelli.

Llegaron a tener cinco minutos de ventaja, la cual se fue reduciendo, y casi al pie del Alto de Benafigos, km 110 de etapa, Álvaro Cuadros se la jugó. Demarró y cogió uno a uno a los escapados. Solo le aguantó hasta la misma meta Txomin Juaristi (Baqué-Campos), pero ni siquiera pudo disputarle el triunfo de etapa.