Fue uno de los que vivió con más intensidad y emoción el ascenso a Segunda B desde que el colegiado señaló el final del partido. Y es que Àngel Dealbert, además de participar desde el césped, fue uno de los que el pasado verano cogió las riendas del club junto a Vicente Montesinos, Pablo Hernández, Alfonso Hernández, Jordi Bruixola y Pepe Mascarell, de los que se quiso acordar en sus primeras palabras, al igual que de José Miguel Garrido, que se unió al proyecto poco después para convertirse en máximo accionista de la entidad.

Y sobre su apuesta por este proyecto no tuvo ningún reparo en comentar que «cogimos a este club cuando estaba a punto de morir y en este primer año ya hemos conseguido ascender. Y nuestra ambición va más allá y esto no se va a quedar aquí, por lo que vamos a luchar por llevar al club, en no mucho tiempo, al fútbol profesional».

Sobre sus sensaciones tras el encuentro, el central albinegro manifestó: «Mi vida es el Castellón y estoy muy emocionado, porque ha sido una temporada muy larga y que ha culminado con el ascenso, que era lo que pretendíamos. Éramos consciente de que iba a ser complicado, porque las eliminatorias se suelen decidir por detalles y esta vez se han juntado varias circunstancias que otros años no se daban».

Dealbert, que también se acordó de la masa social: «Se lo merecen todo», también habló de su continuidad. «A mi me gustaría y me encuentro bien, pero no depende de mí», concluyó.