Es un líder, un hombre de club y de vestuario. Un tipo directo y que le gusta mirar a los ojos. Un futbolista de los de antes, de esa estirpe de jugadores que apenas quedan ya en un deporte tan mediático y adulterado, de esos que todavía se ponen la camiseta por dentro y calzan botas negras. Es Enrique José Sampedro (Valencia, 7-04-1988), un referente dentro y fuera del campo, una de las prioridades para Frank Castelló en el proyecto 2017/18 y que fue de los primeros en renovar.

Y lo hizo por convicción, porque cree en la nueva gestión del club y porque se siente importante para un técnico que nunca se ha escondido al decir que «si podría, ficharía a once Enriques».

Nunca elude una respuesta y con Mediterráneo es claro: «Este año será una obligación ser primeros y ascender».

Lo analiza una semana después de prorrogar su contrato hasta el 30 de junio del 2018, con una merecida mejora y una cláusula de renovación automática hasta final del ejercicio 2018/2019 en caso de ascenso a Segunda B.

sí, pero sin Cruz / Desde mediados de la pasada campaña ya había anunciado que si David Cruz seguía al frente de la entidad, nunca hubiera continuado. Pero Enrique sigue de albinegro. «Con Cruz no renovaría nunca, por mí y por mi familia, porque al final lo que pasó el año pasado le afecta a tu entorno, a tus padres, al resto de tus familiares e incluso a tus amigos», confiesa.

«Estar en el Castellón era un sinvivir. Siempre enfrentamientos con el presidente, mentiras y más mentiras. Y eso te harta y te afecta en tu día a día y en el de los tuyos. Por eso lo tenía claro», expone, añadiendo que «el cambio de directiva y la llamada de Frank Castelló, que apostó por mí, lo cambió todo».

Enrique no oculta por qué sigue en la entidad orellut. «Me quedo por el buen proyecto planteado tanto por Frank como por Jordi Bruixola y por la seriedad de los nuevos gestores. Y porque se me valora, por qué no reconocerlo», apostilla un central que destaca que «a mí me gusta sentirme importante y en el Castellón se me tiene consideración, haciéndome uno de los capitanes desde nada más llegar al club».

rechazó irse a Segunda B / Mientras el futuro de la gestión del CD Castellón era una incógnita, a Enrique le llovieron ofertas de Tercera División e incluso alguna de Segunda División B, rechazando todas ellas, aun teniendo muy avanzadas las negociaciones con un equipo de la categoría de bronce. «No es por quedar bien ni marcarme un farol cara a la afición. A mí me gusta ir de frente. Y es verdad que lo tenía muy adelantado con un equipo de Segunda B, pero al llamarme el Castellón y Frank Castelló lo paralicé, y ese club lo entendió», incide el zaguero valenciano.

«La verdad es que he arriesgado al seguir aquí. Es una apuesta, pero una apuesta en la que creo. Ahora habrá que ponerse las pilas trabajando para cumplir los objetivos», argumenta.

Es más, pone el listón muy alto desde el principio. «La pasada temporada había un buen once, pero no plantilla para ser primeros. Este año se está mejorando el bloque y todos podrían ser titulares. No tenemos excusa alguna, hay que ascender», finaliza.