La semana pasada les comentaba que Sergio Asenjo es patrimonio del Villarreal. Hoy les voy a contar mi versión sobre Eric Bally, que hoy está en la garganta crítica de los aficionados amarillos. Lo voy a hacer con prudencia, sin perder la perspectiva, pero en este caso defendiendo al jugador costamarfileño porque lo considero un caso especial. En primer lugar aclarar que Marcelino no está sacrificando al central haciéndole jugar lesionado. Es una decisión consensuada con los servicios médicos y con el propio futbolista, quien es cierto sufre molestias en el hombro. Bailly está muy agradecido a su técnico, quien no olvidemos ha trabajado a fondo con el chico para mejorar muchos aspectos tácticos del defensa y sabe que pasar por el quirófano supondría perderse la temporada y cinco meses de baja.

Luego los jugadores son personas y estamos hablando de un chico de solo 21 años, que apenas ha jugado 32 partidos en Primera División, y que se encuentra lejos de su familia, su esposa y su hijo, por problemas burocráticos.

Por supuesto que su entrenador le aprieta al máximo, como es su obligación, para sacarle el rendimiento óptimo. Estamos ante un chico muy centrado fuera del campo, pero al que hay que corregir sus despistes y cruces de cables dentro de él. Eric vive su profesión con intensidad, pero no olvidemos su edad y su situación personal, aunque Areola es algo más que un amigo para él. Por supuesto, el jugador también tiene su cuota de responsabilidad y debe salir al campo mucho más concentrado y con una mejor actitud. Y si no se encuentra en condiciones, pues lo mejor es que adopte una decisión, aunque no seré yo quien se atreva a discutir ni opinar sobre el criterio médico y el de su entrenador. No hay más. Pero me atrevo a decirles hoy que estamos ante un grandísimo defensa, con el que se debe ser paciente. Para mi es como si se tratara de un chico de la cantera a quien se debe mimar y cuidar al máximo.

SÚPER FILIAL AMARILLO. Cuando voy a ver un partido de categorías inferiores, siempre digo que me fijo más en las individualidades que en el colectivo, que es justo todo lo contrario que me sucede con el fútbol de élite, pero es difícil no disfrutar con el fútbol de las jóvenes promesas amarillas. Muy pronto veremos jugando en Primera División (espero que en el Villarreal) a futbolistas de una categoria ya contrastada como Pablo Íñiguez o Leo Suárez, que a mi juicio deberian tener más participación en el primer equipo; el mismo Rodri, un clon de Bruno Soriano pero diestro, o Adrián Marín, quien en este caso sí ha disfrutado de muchas oportunidades, No olvido el partidazo ayer de Fran Sol, en el triunfo contra el Hércules. El Villarreal es un club de cantera y espero que varios de ellos se consoliden en la primera plantilla.

REFUERZOS DE INVIERNO. El Villarreal continúa trabajando en la contratación de un hombre de banda, tras el ‘no’ del Madrid a ceder a Denis Cheryshev, quien está loco por volver al Madrigal, o Lucas Vázquez. A no ser que a última hora a Florentino se le ablande el corazón. El club peina el mercado europeo. Hasta el viernes hay tiempo. Mi opinión es que al Villarreal hará lo posible por reforzarse, pero si no es de garantías lo que se encuentra, en el filial hay un fenómeno, que se llama Leo Suárez.

TONI TEN Y EL AMICS. El Amics continúa creciendo. No oculto mi simpatía, pero no exenta de admiración, por este grupo humano de trabajo que dirige en los despachos el entrañable Luis García, y en la pista, Toni Ten, un pesado del baloncesto. Me cuentan, que el entrenador del Amics ya está pensando en el play off de ascenso a ACB. No sé, pero de verdad espero que un día no muy lejano le veo entrenando en lo más alto. Gente de deporte con mayúsculas que merecen mi respeto. No quiero acabar estas líneas sin acordarme de Iván Beltrán, uno más de los artifices del éxito del Amics desde la sombra, para mandarle mi más sentido pésame por el fallecimiento de su hermano, sé lo que se siente y por ello le envió un afectuoso abrazo de cariño de todos los que componemos Mediterráneo. DEP.