El conjunto vila-realense se estrena en Primera Regional después de cuajar una gran temporada en el grupo III de Segunda Regional, en el que se proclamó campeón con solvencia por primera vez en sus dos décadas de historia.

El objetivo no era el otro que el ascenso y así fue. El Esportiu hizo buenos los pronósticos que le aúpaban como favorito con una generación que había triunfado en cada una de las categorías inferiores.

Para esta nueva aventura el técnico será Jordi Fortuño, el artífice del éxito continuará un año más en una campaña histórica para la entidad que preside desde su propia fundación Santi Barrachina.

Continuidad del bloque // El grueso de los futbolistas que conforman la platilla del Esportiu de Vila-real se mantiene, esto tiene aspectos positivos pero también negativos. Por una parte, los jugadores se conocen a la perfección, pues llevan compitiendo juntos desde hace muchos años. Sin embargo, en la parte contrapuesta cabe destacar la inexperiencia en la categoría como la principal debilidad del equipo de Jordi Fortuño. Por ello, desde la entidad se marcan como objetivo principal alcanzar la permanencia.

Para conseguirlo el equipo también se ha reforzado con futbolistas de fuera de la escuela como los porteros Manel, que llega del Fátima y Campayo, que procede del juvenil del Roda. Para la línea defensiva llegan los zagueros Aitor, que proviene del Alqueries y a Cristian, un hombre que regresa al fútbol once tras jugar últimamente a fútbol sala. Para el centro del campo llega Pascual, también desde el Alqueries y para la punta de ataque el refuerzo si que es de la casa, Carlos Rochera, que promociona del propio equipo juvenil.

Así las cosas, el Esportiu aspira a lograr una permanencia tranquila desde el buen fútbol, los de Fortuño quieren la posesión de la pelota y rehuyen del patadón en largo. De este modo esperan continuar durante muchas campañas en la categoría y consolidarse plenamente en la misma, la ilusión es máxima en el vestuario. H