Lewis Hamilton (Mercedes) tiene su cuarto título en el bolsillo (2008, 2014,2015 y, pronto, 2017). El piloto inglés ha despejado el camino hacia su cuarta corona y ahora dispone de una ventaja de 59 puntos -más de dos victorias- cuando restan cuatro carreras: Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dabi. Es más, podría ser campeón de forma matemática si gana la próxima carrera en Austin y Sebastian Vettel (Ferrari) no pasa de la sexta posición. Así han quedado las cosas en el Mundial de Fórmula Uno tras la incontestable victoria del inglés en Suzuka (la octava del año), combinada con un abandono por avería del tetracampeón alemán.

Ferrari ha tirado por la borda todas sus opciones en tres carreras. Vettel y Raikkonen las convirtieron en polvo en Singapur al chocar entre sí en la salida. Había llegado Sebastian a la carrera nocturna con solo dos puntos de desventaja respecto a Hamilton. Salió con 27, un palo terrible, que tuvo su continuación en Malasia, con un cambio de motor tras la clasificación que le obligó a arrancar último y remontar hasta la cuarta posición, mientras Hamilton era segundo: otros seis puntos perdidos. La puntilla ha llegado en Japón. Vettel había sido más rápido el viernes y, aunque Lewis fue insuperable en la quali, el alemán aún confiaba en su ritmo de carrera para ganar al inglés saliendo segundo. Pero un problema en el encendido del Ferrari hizo saltar todas las alarmas en la vuelta de llegada a la parrilla. Los primeros giros de carrera confirmaron que el problema no se había solucionado. El alemán abandonó en el primer giro y dejó el camino expedito a Hamilton hacia la victoria y el título.

LIGEROS SOBRESALTOS // El piloto de Mercedes solo pasó por algunos apuros en las dos últimas vueltas, con vibraciones extrañas en su motor y ante el empuje final del holandés Max Verstappen (Red Bull-Renault). El inglés vio cómo se enfriaban sus neumáticos con el último coche de seguridad virtual, mientras Verstappen los mantenía en temperatura. El ataque de Max cogió a Fernando Alonso y Felipe Massa en medio como doblados, lo que aumentó la polémica de una carrera que volvió a ver a Daniel Ricciardo en el cajón. El australiano perdió sus opciones con una mala salida, pero se rehizo con una carrera impecable. «Los Red Bull eran muy rápidos, han estado muy cerca detrás. Con el último coche virtual tenía los neumáticos fríos, fue difícil, pero lo pude controlar», explicó Hamilton.

REMONTADA DE ALONSO // Fernando luchó hasta la última vuelta por entrar en los puntos. Arrancaba último en la parrilla, pero peleó con Massa por la 10ª plaza hasta la última curva, y finalizó por delante de Stoffel Vandoorne, que arrancaba 10º. «Me ha faltado un poco más de suerte. Cuando iba a adelantar a Massa salió el coche de seguridad virtual y cuando se quitó vinieron los líderes para doblarnos... Pero bueno, pasamos del 20º al 11º y eso es una buena remontada», explicó el bicampeón del mundo, sancionado con la pérdida de dos puntos en su licencia de piloto por «ignorar las banderas azules» mostradas cuando iba a ser doblado por los líderes de la carrera japonesa.

ABANDONO DE SAINZ // Carlos Sainz, por su parte, se despidió de la escudería Toro Rosso con un abandono. Un pinchazo le hizo perder el control de su coche en la primera vuelta. «Hay que analizarlo aún. De todos modos sabíamos que teníamos que arriesgar saliendo desde tan atrás, y no hay muchas más explicaciones. Quería despedirme con otra actuación», relató Sainz. El joven madrileño conducirá ya en la próxima carrera para Renault.