En diez minutos, cuando todo parecía bajo control, cuando los aficionados albinegros ya saboreaban el pase a la ronda final y cuando nadie lo esperaba, el fútbol volvió a ser cruel con el CD Castellón. Parece un martirio el caminar por la 3ª División para el club de la capital de la Plana. Si hace dos temporadas lo eliminaba el Haro y la pasada campaña lo hacía el Gavà, en ambos casos en los penaltis, ayer la desgracia rizó el rizo. En el minuto 84 el marcador era de 0-0, que le valía a los de Manu Calleja tras el 4-2 de la ida, pero un gol de penalti de Toni Rodrigo (min. 85) y otro de Diego cuando pasaban segundos del tiempo añadido (min. 95) condenaron a un conjunto orellut que volvió a morir en la orilla. Esta vez ante la Peña Sport de Tafalla.

El conjunto navarro había salido herido, pero vivo de Castalia. El 3-0 y el 4-1 que llegaron a imperar en el marcador hace ocho días le hubieran servido al Castellón. Pero quizá se subestimó al rival o la relajación provocó que se encajaran dos goles en casa, que a la postre fueron fatídicos.

El valor doble de los tantos de la Peña en el coliseo orellut decantaron la balanza en favor de un equipo infinitamente inferior, tanto en plantilla como en calidad, pero que en el campo demostró que en el fútbol las teorías son solo eso... teorías.

La puesta en escena del CD Castellón no fue la misma que en Castalia. Ni fue como la había previsto su entrenador en la previa. Faltó intensidad, no se tuvo el balón y el peso del juego corrió a cargo de la Peña Sport en una primera mitad que no aportó nada. Tal fue así que ninguno de los dos guardametas realizaron parada alguna en este periodo.

Manu Calleja apostó por Marenyà en detrimento de Lolo Ivars, pero el alicantino entró tras el descanso por un desfondado Chema Díaz.

En el segundo acto, mejoraron los de la capital de la Plana, con mayor posesión y algunas irrupciones, en especial de Lolo Ivars y Esaú Rojo, que gozaron de un par de acciones para marcar.

Pero al filo de la hora de juego el Castellón perdió a su estandarte en defensa, Enrique —lesionado— y la Peña Sport dio entrada a un Diego a la postre decisivo.

Todo transcurría plácidamente hasta que Jesús López cometió un penalti por manos. Incuestionable. Y gol de Toni Rodrigo.

Era el minuto 85 y solo había que aguantar 10 —alargó hasta el 95—. Zagalá salvó la primera en el 93 a cabezazo de Giles. En el 95 no pudo. Diego le fusiló en el área y el fútbol volvió a ser cruel con el Castellón. ¡Hasta cuándo!