De los ocho fichajes de invierno del Castellón, prácticamente de los cuatro puntos cardinales, dos han sido de lo más destacado de la primera vuelta en este grupo III, lo cual da lugar a situaciones curiosas como la que Jairo Cárcaba y Rubén Díez vivirán el domingo al mediodía en La Almozara. Porque ambos, aquel con el Conquense y este, con el Teruel, ya saben lo que enfrentarse al Ebro, en territorio zaragozano además, y no con muy buen sabor de boca: el delantero empató y el mediapunta perdió.

Cronológicamente, el Conquense fue el primero en visitar al Ebro. Fue en la jornada 10, en la que arrancó un 0-0. El asturiano, que logró 10 goles en el conjunto manchego (cifra que no ha podido incrementar en su primer mes como orellut), cuajó un buen encuentro, pero no vio portería.

Peor fue la sensación que dejó el encuentro en La Almozara para el futbolista anteriormente conocido como Jamelli, que, para más inri, es de Zaragoza. En la 17ª jornada, en uno de los derbis maños, el Teruel se puso por delante en el marcador, en el ecuador del primer tiempo de aquel choque disputado en la fría matinal de mediados de diciembre, pero el Ebro, que ya apuntaba la remontada que ha protagonizado, acabó dando la vuelta al partido para quedarse con los tres puntos en el último cuarto de hora.

¿JUNTOS EN EL ONCE?

Los dos, como albinegros, cuentan con una segunda oportunidad que les da la vida (deportiva) para resarcirse. Dos futbolistas, que, además, podrían cohabitar de nuevo en el once. El 10 lo está siendo desde su llegada, autovía Mudéjar abajo, mientras que el ariete, que sí lo fue nada más aterrizó en Castalia, ha sido el sacrificado para que Óscar Cano juegue, en vez de con dos delanteros más reconocibles, con dos mediapuntas y un 9 (David Cubillas).

Sin embargo, la búsqueda del gol perdido, junto a las peculiares condiciones de La Almozara (campo pequeño, sobre todo estrecho, de un césped artificial en no muy buenas condiciones), podrían dar un cariz más ofensivo a la alineación que, pese a la derrota frente al Espanyol B, no debería sufrir un vuelco, ni en cuanto a esquema --por mucho que al técnico granadino no le guste hablar de sistemas-- ni tampoco de composición de nombres.

En todo caso, menos Elián Guillén (trámites burocráticos retrasan la disponibilidad del central sub-23 venezolano), Cano dispone de todo el resto de sus recursos, toda vez que no hay sancionados ni tampoco lesionados.

REVÉS EN EL EBRO

El conjunto arlequinado mostró ayer su consternación por la grave lesión de Tiago Portuga: el lateral izquierdo luso sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, por lo que será intervenido quirúrgicamente, con un tiempo de recuperación de entre seis y nueve meses.

El Ebro ya ha pedido permiso a la federación española para buscarle un sustituto, que no llegará para este domingo. Manolo González, el entrenador, cuanta también con las bajas de Jonan Amelibia y el medio Carlos Selfa.