El Gobierno en funciones ha defendido este viernes la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir la exhibición de 'esteladas' en la final de la Copa del Rey del domingo entre el Barça y el Sevilla en el estadio Vicente Calderón. "Se ha tomado la decisión con criterios técnicos y operativos no políticos, ha subrayado la portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros antes de conocerse la decisión del juez sobre los recursos interpuestos por el Barça y la asociación Drets para revocar el veto. No obstante, se ha curado en salud y ha asegurado que si el juez suspende la prohibición, el Ejecutivo acatará la resolución.

La portavoz ha afirmado que en su prohibición la delegación realizó una interpretación de la ley del deporte, que vela por que en los espectáculos de esta naturaleza "no exista otra rivalidad que la deportiva", y ha recordado que la UEFA también ha mantenido una doctrina similar en algunos encuentros y que en el reglamento de la Federación Española de Fútbol se detalla que entre el material prohibido en los estadios consta la "propaganda política". De todas maneras, ha admitido que al tratarse de una interpretación, esta puede ser revocada por el juez.

Santamaría ha hecho especial hincapié en "despolitizar" los acontecimientos deportivos. "Fútbol es fútbol", ha repetido en varias ocasiones, parafraseando al que fuera entrenador del Real Madrid, el yugoslavo Vujadin Boskov, y ha censurado la "tendencia exagerada a tratar de politizarlo todo". "Es un partido de fútbol y hay que disfrutar de él", ha insistido, antes de enfatizar la importancia del encuentro e instar a los representantes políticos a acudir a él, en alusión a Ada Colau y Manuela Carmena, que han manifestado que no acudirán por el veto a las 'esteladas'.