El Gobierno ha prohibido a los asistentes a la final de la Copa del Rey que disputan el domingo el Barcelona y el Sevilla en el Vicente Calderón introducir banderas esteladas, una decisión que motivó la protesta de la Generalitat, cuyo presidente, Carles Puigdemont, anunció que no irá al partido. El Ejecutivo entiende que la ley del deporte prohíbe este tipo de símbolos. efe