La clasificación del Villarreal CF para disputar la próxima edición de la Champions y la presencia del CD Castellón en la lucha por el ascenso a Segunda División B asumieron el protagonismo mediático en la provincia durante la tarde-noche de ayer. Ambos lograron los objetivos que se habían marcado en las últimas semanas con dos jornadas por disputarse todavía.

Sin duda un gran éxito para el deporte provincial, pero considero que no deben eclipsar los que se consiguen en otras modalidades menos relevantes para los aficionados, pero en los que tanto directivos, como jugadores y cuerpo técnico se dejan todo durante la competición para alcanzar también un sueño.

Y llegado a este punto me dispongo a destacar la gran temporada de las chicas del BM Castellón, que se jugaban acceder por primera vez en su historia a la fase definitiva de ascenso a División de Honor. El equipo que dirige Vicent Sos se había quedado hasta en tres ocasiones consecutivas en el primer play-off, pero esta vez, con el impulso de sus aficionados sellaron el billete para la siguiente fase, en la que los dos mejores de los cuatro se codearán la próxima campaña con la élite.

Tampoco me quiero olvidar del Peñíscola RehabMedic de fútbol sala, que ha vuelto a demostrar que con un presupuesto modesto es capaz de clasificarse para la lucha por el ascenso, por lo que por segundo año consecutivo terminará entre los ocho primeros de la clasificación. Mucho mérito tiene superar a clubs con más poder adquisitivo. H