El nuevo proyecto del Balonmano Castellón en la Liga Guerreras Iberdrola ya está en marcha. Después de una temporada vibrante —la de su debut en la élite—, en la que descendió deportivamente, pero logró mantener la categoría tras intercambiar sus derechos federativos con el HC Puig d’En Valls de Ibiza, el club castellonense está dando los primeros pasos para confeccionar la plantilla en su segunda campaña en la máxima categoría del balonmano español femenino.

El primer movimiento que confirma el club es la contratación de su nueva entrenadora, Montse Puche. La exjugadora y extécnica de varios equipos del balonmano nacional llega a Castellón después de haber hecho campeón al Bera Bera. Su presidente, Rafael Martí, no oculta la satisfacción de poder contar con una profesional de su categoría. «Es prácticamente un milagro que una entrenadora de este nivel, con seis títulos a sus espaldas, venga a entrenar a Castellón. Con ofertas para marcharse a Turquía y Hungría, decidió venir aquí y para nosotros es la mejor manera de empezar este proyecto», dice el dirigente.

Nuevo reto

Puche, acostumbrada a luchar los últimos años por objetivos muy diferentes a los del equipo de Castellón, tendrá que trabajar duro para lograr la permanencia con las provinciales. Una salvación que será la principal meta, según declara el presidente de la entidad. «Tenemos un presupuesto muy modesto, para poder luchar por la salvación y poco más. El día que las empresas se animen a entrar en el proyecto la situación cambiará. Estamos trabajando para que eso ocurra, hablando con mercantiles de la provincia y de fuera», matiza.

Mientras buscan un impulso económico que pueda cambiar el patrón a seguir, el club trabaja para confeccionar una plantilla que pueda luchar por el objetivo de la salvación.

Novedades en el plantel

Los movimientos no solo han afectado al responsable del banquillo, en el que Puche llega para sustituir a Vicent Sos. El club ha tomado las primeras decisiones en lo que se refiere a la plantilla. La guardameta Irene Sánchez y la catalana Joana Rieres ya son historia en el club verdinegro, mientras que en el apartado de llegadas, Anda Dumitrescu ha aterrizado en Castellón para reforzar el extremo izquierdo.

Movimientos que tienen como objetivo no sufrir tanto para lograr la salvación. «La intención es mantener el bloque. Somos un equipo de base y trataremos de continuar con la gente de casa, mejorando aquellas debilidades siempre que el presupuesto lo permita. La meta es la salvación y la consolidación del equipo con vistas al 2021, cuando Castellón será sede del Mundial de balonmano femenino», indica.

La cita mundialista del 2021 contará con la presencia de la provincia, siendo Castellón una de las seis sedes de la cita deportiva, junto a Barcelona, Lleida, Granollers, Tarragona y Badalona. Un escenario inmejorable para poder promocionar la marca deportiva castellonense y por ello sería muy importante que el club pueda continuar en la máxima categoría femenina.