Ha empezado el Mundial y sigue el pulso. Y, tal y como ha empezado, no parece tener fin. El creador del lío acaba de firmar por dos años más. Ese es el límite de esta función. Y la noche catarí ha sido el primer teatro. Y no de los sueños, no, sino de las venganzas, los silencios, los gestos y pocas palabras. Los tres pilotos que acaparan más victorias, más poles, más vueltas rápidas, más títulos, más fans y más admiración viven y corren a cara de perro. Son dos contra uno. O así lo inventó Valentino Rossi. Jorge Lorenzo y Marc Márquez han decidido pasar página, pero en sus cabezas siguen habiendo goteras de dolor. Y no hay fontanero que tape eso.

El primer gesto que hizo Lorenzo al llegar ayer al corralito fue pasarse, juntitos, su pulgar e índice derecho por la comisura de sus labios. De lado a lado. Sí, sí, ese “cierra el pico”, ese “calladito estas mejor”, dedicado, cómo no, al Doctor, que la noche antes había dicho que el mallorquín no tendría “pelotas” ni coraje para dejar Yamaha e irse a Ducati. “Una imagen vale más que mil palabras. Fue mi manera de hablar. Yo me expresó mejor en la pista, como he demostrado hoy (por ayer) y ese gesto quería decir eso. No pienso entrar en su guerra dialéctica, por respeto a Yamaha”, sentenció un Lorenzo eufórico.

MUY AFECTADO // “Hemos sido derrotados, pero estamos vivos. Prefiero acabar 4º a dos segundos, que 3º a 10”, dijo Rossi, afectado “especialmente por haber quedado fuera del podio”. Vale sabe la noria que ha puesto en marcha. Cierto, su guerra dialéctica, la que ha provocado que el público pite a los dos españoles que le han plantado cara (“no soy tonto, sé que esta será la tónica de todo el año, pero no me importan, yo he pasado página y solo me interesan las carreras, ganar, el título”, sentenció indiferente Márquez), también significa mayor presión para él, obligado a ganar cuando está a medio segundo de los dos favoritos. “Me era imposible atacar a Marc, me faltaba algo, veremos si lo encuentro en Argentina o Austin”, lamentó el italiano. Son tantas amenazas las que ha sembrado Rossi, que Lorenzo y Márquez prefieren solo correr. “Era la vuelta dos y estaba decidido a pasarlo en esa curva. No había otro punto”, explicó el tetracampeón de Cervera sobre el adelantamiento “limpio y decidido ¿eh?” al italiano. H