Además de hacerlo en Liga, el Madrid también pincha en casa en Champions. Lo hizo ante un Tottenham valiente, que le plantó cara y que se adelantó en el marcador con un gol de Varane en propia puerta. La respuesta solo pudo llegar por medio de un penalti en un choque que se presumía como un duelo de pistoleros entre Kane y Ronaldo, que marcó la pena máxima para llevarse el consuelo de empatar a cinco tantos en esta fase de grupos con el delantero de moda en Europa.

En una noche para dos grandes porteros, Lloris y Navas, Madrid y Tottenham sacaron lo mejor de su repertorio para firmar unas tablas que hicieron justicia.

Parecía que el diseño del encuentro iba a ser uno de esos en los que el Madrid se apodera del balón y cocina las jugadas. Todo eso ante un rival que apenas transmitía otras preocupaciones que la de defender su área. Pero de la nada, el equipo de Pochettino sacó petróleo en un saque de esquina lanzado por Eriksen que cabeceó Kane abajo y que obligó a Navas a sacar una mano salvadora (m. 19). Como si hubiera esperado su momento, los Spurs volvían a tocar pelo un minuto después en un remate de Llorente que despejó Casemiro antes de pisar al delantero navarro en el área.

UN MADRID DESENCAJADO / Por si no estaba suficientemente avisado del peligro inglés, un centro de Sissoko lo rechazó Varane, encimado por Kane, hacia el fondo de su portería (m. 27). Un gol que desencajó la cara del Madrid, que vio cómo Navas salvaba el segundo al despejar un disparo de Aurier. De la desesperación del equipo de Zidane daba buena muestra Cristiano Ronaldo, que golpeó a Vertonghen y solo vio la tarjeta amarilla.

En pleno ataque de nervios del Madrid, volvió a emerger Isco para tirar de un equipo que no era capaz de cerrar sus ocasiones. Lo consiguió tras una buena combinación entre Modric, Benzema y Kroos, al que derribó Sánchez en el área. El penalti lo lanzó Cristiano para igualar un choque que se rompió en la segunda mitad con llegadas de los dos equipos. La más clara la tuvo Benzema que vio cómo su cabezazo lo sacó milagrosamente Lloris (m. 54). Lo mismo hizo Navas en un remate de Kane (m. 71). En plena ruleta rusa ninguno acertó a desequilibrar un partido notable.