El equilibrio de fuerzas entre dos equipos parejos y la falta de acierto por parte de ambos. Levante y Eibar empataron sin goles en un encuentro en el que ambos se mostraron voluntariosos. El duelo confrontó a dos estilos de juego diferenciados, pero definidos, aunque ninguno de los dos conjuntos fue capaz de imponerlo y llevarse el triunfo.