Por la cabeza de todos los que conforman la primera plantilla del Villarreal no pasa otra cosa que no sea que los amarillos se vayan mañana a la cama como líderes del grupo A de la Europa League. Esa es la idea, comenzar esta nueva edición con la fortaleza que faltó en las tres últimas ediciones. En los tres comienzos tras el reencuentro del Submarino con Europa, los amarillos nunca pudieron iniciar la fase de grupos mandando, una situación que parece factible mañana en el Estadio de la Cerámica ante un Astana que, en teoría, no debería poner en riesgo la primera victoria.

Sin embargo, la teoría no siempre suele cumplirse en la Europa League. Y bien lo sabe un Villarreal que afronta este nuevo reto en uno de sus torneos fetiche con el aviso de lo sucedido en las últimas ediciones, en las que se complicó la vida en los cruces de las eliminatorias al no poder terminar en cabeza de su grupo. Pasó la pasada campaña, en la que fue segundo en un cuarteto liderado por el desconocido Osmanlispor —asaltó el todavía Madrigal contra todo pronóstico— y del que formaban parte un Steaua venido a menos y un segunda división suizo, el Zúrich. Los groguets también se dejaron arrebatar el liderato de grupo un año antes, ante el Rapid de Viena, mientras que en la edición 2014/2015 fue el Borussia Mönchengladbach el que le ganó la partida al Submarino.

DUROS CRUCES

Los errores pasados en la Europa League casi siempre han acabado por complicar a los amarillos en los cruces de la primera eliminatoria. La pasada campaña, la segunda plaza de grupo en la Europa League envió a los de Fran Escribá a un enfrentamiento con la Roma, uno de los favoritos de la competición que eliminó al Villarreal tras una desastrosa ida en el Estadio de la Cerámica (0-4 para los italianos).

No acabar líderes en la anterior campaña también castigó a los amarillos con un rival imponente a las primeras de cambio, el Nápoles, aunque en aquella ocasión el Submarino fue capaz de ir salvando obstáculos hasta plantarse en semifinales. Esta temporada el reto es que no se escape el liderato de grupo y poder afrontar con un poco más de relajación los dieciseisavos.