La vuelta al Bernabéu trajo viejas sensaciones para el Madrid, que volvió a ser ese equipo que encuentra la victoria con muy poco. Un gol en propia meta de Paulo abría el camino de un triunfo simplón frente a un rival valiente que no supo terminar sus buenas acciones y que acusó su falta de pegada (tres tantos en Liga).

Zizou sentó al que considera el mejor, es decir a Benzema, sobre el que vertió todo tipo de elogios en la previa, para dar la titularidad a Asensio (vio puerta 56 días después). No mojó Ronaldo, que terminó el choque desesperado.

ISCO JUEGA A OTRA COSA // El Madrid comenzó al ralentí y dio alas al Eibar hasta que Paulo cabeceó al fondo de su portería un córner lanzado por Isco. El tanto rescató al equipo de Zidane, incapaz de transmitir algo más que lo que proponía Isco. Precisamente, de los pies del jugador malagueño nació el segundo tanto en un centro que remató con la izquierda Asensio según le llegaba (m. 28). Ni verse con una renta de dos goles despejó al Madrid, que veía cómo el Eibar intentaba meterse en el partido. Pudo hacerlo tras un derribo de Casemiro al japonés Inui dentro del área, que el colegiado pasó por alto (m. 55).

Zidane decidió mover el banquillo y Marcelo cerró el partido con un potente disparo.