Aun lejos de pasar el calvario de la anterior campaña, al Eibar se le está haciendo largo el actual ejercicio. Tal vez por la cómoda clasificación en la tabla y porque la permanencia está virtualmente agarrada, lo cierto es que el rival de mañana del Villarreal ha bajado su nivel en las últimas jornadas, no ha entrado bien en los partidos y se ha visto obligado a remar a contracorriente.

En Ipurua, el conjunto de Mendilibar siempre intenta llevar el desarrollo del juego a su conveniencia: pocos toques en la base de la jugada, centro al área y finalización. Y, como es tradicional, no falta el pelotazo pensado al punta --o puntas-- si el rival ensucia la salida de balón. De todas formas, este es un Eibar que, por el perfil de sus jugadores, juega más a ras de suelo y tiene mayor derrame ofensivo que en años anteriores, y no recula si el adversario no le obliga. En la fase defensiva sigue siendo un equipo incómodo y asfixiante que presiona y cierra bien el sector central. Cuando pierde la pelota manifiesta un buen cambio a actitud defensiva activando el acoso al poseedor del balón y posibles receptores.

Estructuralmente, Mendilibar dispone a los suyos alternando el 4-2-3-1 con el 4-4-2. Bajo palos, Riesgo, que sale con decisión, tiene buena colocación y buen uno contra uno. En los laterales, Capa, un extremo reconvertido más fuerte que estilista y mejor en ataque que en defensa; el zurdo Juncá aprovecha toda la banda, pero debe corregir matices defensivos. En el centro está Mauro, sobrio, de buen juego aéreo y algo lento en espacios abiertos; y el cedido por el Submarino Pantic, rápido, anticipativo, aunque de vez en cuando deja caer algún error grueso.

El doble pivote, con Dani García y Escalante, aporta equilibrio y junta al equipo. Ambos son jugadores de piernas fuertes, que van con todo a las disputas. La banda derecha es para Keko, de buen regate y golpeo; y en la izquierda se sitúa Inui, un diestro que, al jugar a pierna cambiada, siempre se perfila por el interior para sacar buenos centros y asistencias. Por el centro, Jota, zurdo, creativo, talentoso, encarador, con buen pase y excelente golpeo.

UNO O DOS PUNTAS // La punta queda para Borja Bastón, delantero fuerte que, aunque por su físico parezca fácil de detectar, con sus buenos movimientos sabe alejarse de los centrales y tiene un remate tan fácil como letal, y aporta continuas soluciones al equipo. En caso de jugar con dos puntas entra Sergi Enrich, agresivo, con un excelente juego de espaldas y buena finalización. H