A los pies del Penyagolosa, en el término municipal de Llucena, en una zona que no aparece en la mayoría de los mapas pero sí muy conocida entre los numerosos cicloturistas de la provincia, pero de los de nivel, está lejos de ser apta para todos los públicos. Así es Mas de la Costa, la dura ascensión que culminará la 17ª etapa de la Vuelta 2016, la que se desarrollará íntegramente por la provincia que, desde Castellón, discurrirá por una quincena de poblaciones del interior.

DESCRIPCIÓN // Cuatro kilómetros de subida constante a casi 1.000 metros de altitud que roza el 13% de desnivel medio, con picos del 21% incluso en su parte final. Falta saber la categoría pero su coeficiente de 246 (en términos ciclistas, establece una relación entre la longitud, el desnivel, las rampas) refleja que estamos ante uno de los puertos muy del gusto de la Vuelta, no excesivamente largo pero sí muy explosivo. Es decir, que Mas de la Costa puede llegar para quedarse y convertirse en una referencia en el futuro.

Después de cubrir parte del Remocaldor, en una etapa ya jalonada con los altos del Desert, la Coma, la Serratella y Culla, la poco indicada CV-1740, ya en el interior de Llucena, desviará al pelotón hacía el noroeste, buscando el río del mismo nombre que la población. Después de unos kilómetros favorables, un cartel avisa de lo que espera: bienvenidos al infierno. El asfalto (hay tramos que, a día de hoy, son incluso de cemento), una carretera estrecha y la ausencia de grandes sombras (la Vuelta aún se disputa en pleno verano) contribuirán a hacerla mucho más terrible. H