Los más perspicaces que, el jueves, asistieron al partido entre las selecciones sub-21 de España y San Marino, ya se dieron cuenta, al examinar el nuevo césped de Castalia, de una llamativa novedad: el terreno de juego es más amplio. Efectivamente, no es solo una apreciación, es la realidad.

Aprovechando esa resiembra, la superficie del campo ha aumentado, a instancias de Frank Castellón. El entrenador de Bocairent lo corroboraba así: “Castalia mide ahora 70 metros de ancho [por 101 de largo]. Me hubiese gustado ampliarlo todavía más, pero estamos súper satisfechos con el campo que tenemos”.

La idea del técnico valenciano pasaba por explotar aún más la superficie total (no solo la del terreno de juego propiamente dicho, sino lo que es el rectángulo del estadio). “Como las porterías están más escoradas hacia la zona de Tribuna, hubiésemos tenido que desplazarlas y tapar los agujeros”, explica, algo que hubiese retrasado el regreso a casa.

EL preCEDENTE // Hace tres veranos, en otra de las tareas de reacondicionamiento del césped, el club redujo la anchura, entre otras cosas para crear un amplio pasillo en Preferencia, fuera de las dimensiones, destinado a que la plantilla pudiera realizar allí ejercicios que castigan el césped. Ahora, nuevamente, Castalia recupera las medidas de su última gran reforma (la que provocó su ascenso a Segunda A, en el 2005), lo que multiplica su ventaja respecto a la mayoría de campos que visita en el grupo VI de Tercera.

El césped, que tanto ha dado que hablar desde que acabara la temporada (provocó la suspensión del amistoso Castellón-Valencia a mediados de julio, el exilio a Onda para la primera jornada de hace 15 días...), ya convence a Castelló: “Está muy bien, al 90%”. “Dicen los jugadores que siguen, que incluso mejor que otros años a estas alturas”, refuerza el técnico, poco después de la primera toma de contacto: hasta ayer, los orelluts no habían podido ejercitarse en el recinto de la avenida Benicàssim. “Estamos ilusionados con volver a Castalia, porque no lo hemos podido ni pisar en todo el verano”, recuerda.

Después de todo, el entrenador albinegro considera que ahora, más que nunca, tienen un compromiso mayúsculo con la afición. “Debemos jugar bien y ganar, tenemos la obligación de alegrar la tarde a todos los que vayan al estadio”, señala.

Castelló confía en que el regreso a la competición, en este atípico arranque, no pille al equipo con el pie cambiado: “Hay que coger el ritmo cuanto antes. Es cierto que la temporada acaba de empezar pero el Novelda, por ejemplo, lleva dos partidos”. H