Miguel Ángel Leal, de 22 años, es el único jugador de la plantilla del filial amarillo nacido en Vila-real. Con seis años empezó su andadura en el Submarino, y, tras 17 temporadas vistiendo la elástica grogueta en todas las categorías, el veloz lateral derecho afronta ahora su segunda campaña a las órdenes de Miguel Álvarez en el Villarreal B con el que apunta a la titularidad este sábado ante el Orihuela ante la baja del otro lateral diestro del equipo, Andrei Ratiu, que está concentrado con la selección rumana sub-21 en estas fechas FIFA.

El joven vila-realense se define como un chico «sencillo» y «trabajador» que está luchando por cumplir su sueño de poder llegar algún día a Primera División. «Mi día a día es el fútbol. Desde bien pequeño ha sido el centro de mi vida y he tenido la suerte de tener un club tan grande como el Villarreal en casa, lo que me ha permitido crecer como jugador y persona», asegura.

A pesar de que un gran número de niños y niñas de Vila-real y alrededores practican el fútbol, muy pocos llegan a ser profesionales, y menos aún a formar parte del filial del Submarino. De hecho, en los últimos años los únicos que lo han logrado han sido el propio Migue y Pau—con el que comparte generación y ahora en el primer equipo—, situándose como ejemplos locales de trabajo, constancia, sacrificio y talento.

«Durante estos años he coincidido con jugadores de enorme talento que han tenido que marcharse, dejando claro que para rendir a buen nivel hace falta algo más que tener buenas cualidades futbolísticas. En mi caso siempre he tenido claro que la oportunidad de estar en un club como este es un privilegio, por lo que siempre he dado el máximo de mí para tratar de ser mejor cada día», confiesa el defensa.

Casi dos décadas en el club

Cuando Migue se enfundó por primera vez la camiseta grogueta, en el año 2003, el club y sus instalaciones eran diferentes a como son ahora: «La Ciudad Deportiva se ha ido mejorando y ahora tenemos a nuestra disposición todo lo necesario para poder sacar el máximo rendimiento físico y futbolístico», destaca.

Además, como uno de los jugadores con más temporadas dentro de la cantera amarilla, también ha vivido en primera persona cómo «el Villarreal invierte cada vez más en la cantera». «Esto hace que los que vienen de abajo estén más preparados y que siempre salgan jugadores de mucho nivel en cada generación. Los equipos de cada una de las categorías cuentan con cuerpos técnicos formados por grandes profesionales que ayudan a los jugadores en todos los aspectos, desde el futbolístico hasta el mental o el físico», destaca de la gran labor que se realiza en el fútbol base.

El objetivo del ascenso

De cara a la temporada que acaba de comenzar con el filial amarillo, Migue asegura que el objetivo es volver a pelear por el ascenso: «Este año tenemos un grupo joven con mucha calidad y ganas de ganar. El míster está realizando un gran trabajo, es muy exigente y siempre nos transmite los aspectos que tenemos que mejorar para crecer de forma individual y como bloque, por lo que estoy seguro de que realizaremos una gran temporada y podremos pelear por estar arriba y ascender».

De este modo, con sangre joven de la casa y los nuevos fichajes realizados este verano —como el central Chakla y el ariete Espiau—, el Villarreal B se adentra en una nueva aventura en Segunda B, donde jugadores como Migue tendrán un papel clave dentro y fuera del terreno de juego, siendo ejemplos de constancia y dedicación así como referentes dentro del equipo.