Roberto Bautista llega al Open de Australia con el convencimiento de que puede llegar muy lejos. Su espectacular juego en Auckland, que le ha servido para conquistar el título, debe tener continuidad en Melbourne, donde tratará de repetir, como mínimo, su presencia en cuarta ronda del 2014. Fue la edición en la que comenzó a hacerse un hueco entre los grandes tras derrotar en segunda ronda a Juan Martín del Potro --en aquel momento quinto de la ATP-- Esa victoria ante el argentino tuvo una gran repercusión en todo el planeta y su nombre ya comenzó a tener un peso importante en el panorama tenístico.

Será su séptima presencia en el primer Grand Slam de la temporada --se estrenó en el 2010--, aunque no fue hasta el 2012 cuando entró en el cuadro final por primera vez. Lo hizo tras ganar los tres encuentros de la previa, pero cayó en la ronda inicial. A partir del 2013 ya ha estado entre los 128 jugadores que componen el cuadro final y todo apunta a que será de la partida durante muchos años más, puesto que hace poco que ha explotado y tiene un gran futuro por delante.

El número uno provincial acumula cinco victorias en nueve encuentros en el cuadro final del Open de Australia y su objetivo es ampliar esta estadística en la presente edición. Por su estado de forma es muy factible que pueda conseguirlo, ya que el primer rival del top-10 no se lo encontraría hasta la cuarta ronda. Este sería Tomas Berdych, sexto de la ATP, aunque Bautista ya ha derrotado al checo en dos ocasiones estando entre los 10 primeros del mundo. Si se cumpliera la lógica, en la anterior eliminatoria se mediría a Marin Cilic, que es el 13 del ránking, pero el castellonense viene de imponerse a John Isner (11) y Jo-Wilfried Tsonga (10) en Auckland, por lo que en su estado de forma no sería descabellado verle llegar lejos.

Máxima confianza // Pero hay que ir paso a paso y Bautista es consciente de que debe dar el máximo en cada partido, como ha hecho en Auckland. El camino para llegar a la final no era nada sencillo y sacó todo lo que tenía dentro para llevarse los partidos. El ejemplo más claro fue lo sucedido en la semifinal ante Tsonga, en la que con bola de partido para el francés en el segundo set, logró abortarla y llevarse la manga, cerrando el partido a su favor en el set de desempate. “Vengo de un torneo muy bueno, en el que me he encontrado muy bien y en el que me supe sobreponer del jet lag tras jugar en Chennai”, comenta Rober.

El castellonense, que con su victoria en Auckland se ha situado en la primera posición del Race to London, clasificación de la que los ocho primeros disputan la Copa Masters, es consciente de que en Melbourne vuelve a empezar de cero: “Los partidos serán duros desde el principio, ya que además en Australia el calor es asfixiante, con temperaturas muy elevadas y que desgastan mucho si los partidos se hacen largos”.

Habrá que ver como supera esta adversidad y la intensa semana vivida en Auckland Bautista para llegar lo más lejos posible en el primer Grand Slam del año. H