La permanencia está mucho más cerca. Hace apenas dos semanas, todo se veía más negro, pero solo ocho días después el panorama parece que va aclarándose. Todo ello gracias a que el Villarreal CF ha conseguido encadenar dos victorias consecutivas ante Girona y Leganés, un hecho casi inédito que tan solo se había logrado en otra ocasión en el presente ejercicio, concretamente en el pasado mes de marzo con triunfos en casa del Levante y en la visita del Rayo Vallecano.
Sin duda, el Submarino atraviesa por el mejor momento de la temporada en la Liga, y todo ello coincidiendo con la restitución de Javi Calleja.
A raíz de que Fernando Roig tomara la decisión de reintegrar al banquillo del equipo al entrenador madrileño, el conjunto amarillo tiene otra cara.
De hecho, desde aquel 3 de febrero en el que redebutó Calleja al frente del combinado groguet, un duelo que terminó 2-2, el Villarreal ha disputado 12 partidos, sumando un total de 18 puntos. Una cifra, las mencionadas 18 unidades, que son los puntos que habían obtenido los de la Plana Baixa en las 21 primeras jornadas. Es decir, en esta segunda etapa de Calleja le han sobrado 9 partidos para lograr 18 puntos.
A siete DE LO QUE ‘PIDIÓ’ ROIG / Todavía restan cinco jornadas para la finalización del campeonato doméstico y el preparador madrileño está cumpliendo con lo que se esperaba de él tras hacerle volver. De hecho, en el propio presidente y máximo accionista del Villarreal, Fernando Roig, ya dijo cuando recuperó para la causa a Calleja que lo único que le pedía era que lograra 25 puntos, lo que calculaba el club para que se lograse la permanencia en Primera, por lo que solo le faltan siete.
Con 15 puntos por disputarse, el Submarino acumula ahora mismo 36 puntos, estando en una teóricamente cómoda 14ª posición, cuatro puntos por encima de la zona de descenso. Por ello que si suma esas siete unidades que le faltan para cumplir con esos 25 puntos que pedía Roig, los amarillos tendría 43 puntos y estarían totalmente salvados.
Matemáticas al margen, lo que sí es cierto es que ahora hay tres equipos entre groguets y el descenso —Celta (35), Girona (34) y Levante (34)— que marca el Real Valladolid, que tiene 32 puntos.
La fiabiliad ofensiva, donde los delanteros (Ekambi, Chukwueze, Gerard y Bacca) están apareciendo, el liderazgo de Cazorla, la experiencia de Iborra y las prestaciones de los canteranos están siendo determinantes para la reacción de un Submarino que merece una permanencia de la que está mucho más cerca.
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