Los equipos del polideportivo provincial nos tenían demasiado mal acostumbrados. En las últimas temporadas hemos vibrado con ascensos del TAU Castelló y recientemente con que los de Toni Ten intenten meterse en el play-off de ascenso a Liga ACB; temporadas colosales del Peñíscola FS, peleando por el título de Liga en la Primera División de la LNFS; los recientes ascensos a sus respectivas máximas categorías del CFS Bisontes Castellón y el CD Balonmano Castellón femenino; así como el hecho de tener dos equipos en la Superliga de voleibol.

Pero la realidad actual es que las cosas no van como desearíamos. No todo pueden ser alegrías cada semana, aunque hay otra realidad que no podemos omitir.

Hay que aplaudir a todos los clubs de élite provinciales por estar donde están. De ahí a exigirles más va un mundo...

Me explico. El BM Castellón, por ejemplo, tiene la misma plantilla en Honor que en Plata, salvo algunos fichajes que suelen ser estudiantes o chicas a las que se les busca un trabajo. El Bisontes vive de cantera y jugadores del extrarradio de València... ¿sigo?

Los comedores de los colegios o las clases extraescolares de los mismos están repletos de jugadores de voleibol, hockey en línea, baloncesto, balonmano... siendo los monitores de turno. Por no hablar de los viajes intempestivos en furgonetas, etc.

Y claro, si ninguno de ellos vive por y para el deporte, por mucha élite en la que estén lo normal es que solo peleen no descender.