La Copa del Rey ha servido a Javoer Ontiveros para reivindicar que puede, y debe ser, un futbolista importante para el Villarreal CF en el 2020. Posee una gran explosividad y un desborde en carrera que le convierten en un jugador ideal para abrir defensas encerradas en su área, como se espera que plantee el partido el Getafe en el Estadio de la Cerámica.

Ontiveros no ha dispuesto de mucho protagonismo esta temporada. La competencia es muy alta en un plantel repleto de jugadores internacionales. Solo ha disputado 296 minutos en el presente curso, repartidos en 15 partidos de Liga, en la mayoría de los cuales ha salido en el tramo final. A pesar de ello, ha marcado dos goles y ha dado una asistencia, con 141 pases útiles.

En Logroño, a pesar de la debilidad del rival, exhibió sus grandes cualidades y dejó claro que quiere ganarse un hueco en la agenda de Calleja. «Los que estamos jugando menos teníamos ganas de tener minutos. Afrontamos el partido con seriedad y competimos bien», explicaba el extremo. La competitividad que existe en el plantel le ha relegado a un papel mas secundario pese a ser un futbolista con unas cualidades diferenciales dentro de la plantilla. «Me gusta encarar al rival, forma parte de mi estilo de jugar al fútbol. Partidos como el del Comillas vienen bien para coger minutos para la Liga», decía.

IGUALDAD // No está siendo un año fácil para un futbolista talentoso y de calidad como él, acostumbrado a tener un rol principal en el Málaga. «En la plantilla hay mucha igualdad y todos los jugadores están compitiendo bien. El míster no lo tiene fácil y es él quien decide», explica. «El jugador siempre quiere más minutos, es normal y, si no fuera así, indicaría poca ambición por nuestra parte. Estoy confiado y sé que con mi trabajo diario, dispondré de más oportunidades», señalaba.

El Villarreal ha cambiado su dinámica desde el partido de Mestalla. En el derbi autonómico comenzó a verse un equipo más aguerrido y competitivo, con menos concesiones al rival en el apartado defensivo, y con una cara más sólida y fiable. Los encuentros posteriores frente al Atlético y Sevilla confirmaron, y mejoraron, esa nueva versión del Submarino. Y el sábado visita La Cerámica el Getafe de Bordalás.

Los madrileños ocupan en este momento puestos de Liga de Campeones. Un rival incómodo y rocoso, de esas que muchas veces se le complican al Villarreal. Ontiveros valoraba como muy comprometido el último partido del 2020 para los amarillos. «Es un equipo fuerte y complicado, sobre todo cuando juegan fuera de casa. Si tienen la oportunidad de ponerse por delante pronto, se cierran bien atrás y es muy complicado marcarles», advertía el talentoso jugador amarillo.

En la Copa, ante el Comillas, el Villarreal pudo hacer un ensayo de cómo atacar a un equipo que se repliega en su campo, evidentemente salvando las grandes distancias entre uno y otro. Calleja pudo ensayar en Logroño cómo abrir una defensa ordenada y cerrada atrás. Lo hizo con paciencia, sin perder la compostura ni volviéndose loco para atacar con prisas, y con futbolistas como Ontiveros que encararon siempre con descaro al rival y fueron generosos en las asistencias a los compañeros: «Sí es verdad que la Copa fue un buen ensayo para lo que nos espera con el Getafe, salvando las distancias, claro. Será difícil pero saldremos a por todas para acabar bien el año», concluía el marbellí.