No es un asunto cerrado, pero tanto la Federación Inglesa (FA) como los clubs, que han defendido la permanencia en la Unión Europea, hace tiempo que aseguran que no habrá retroactividad en la aplicación de la nuevas normas, por lo que los jugadores que militan actualmente en las competiciones británicas, entre ellos los 31 españoles que juegan en la Premier, no se verán afectados. Los jugadores europeos que ya militan en las competiciones del Reino Unido pasarán a ser extracomunitarios pero les será concedido de manera automática el permiso de trabajo. La Premier no tiene fijado un número límite de extranjeros.

La gran preocupación es ahora si la nueva situación condicionará el desarrollo económico y el interés de nuevos inversores por su fútbol, el más atractivo del planeta, como lo demuestra la venta de los derechos de televisión por el que la Premier ingresará 8.300 millones de euros.