El Villarreal B conoció ayer la identidad del primero de los tres escollos que tendrá por delante a partir del próximo fin de semana para certificar su regreso a la categoría de plata, después de seis temporadas de ausencia. El filial groguet pudo evitar al conjunto más experimentado de los tres que podían tocarle en el sorteo de ayer en Las Rozas, el Extremadura, y se emparejó con uno de los dos filiales que esperaban en su bombo. El Athletic B, cuarto clasificado del grupo II de Segunda División B, será el primer obstáculo a salvar, con la ligera ventaja de disputar la vuelta en la Ciudad Deportiva, el fin de semana del 26 y 27 de mayo.

La ida también está todavía pendiente de día y hora definitivos e, incluso, escenario. El Athletic ha solicitado a la RFEF disputar el choque el domingo en San Mamés en lugar del escenario habitual de los cachorros, Lezama, después de la despedida de la temporada de los de Ziganda (domingo a las 16.15 horas ante el Espanyol). El partido arrancaría a las 18.30 ó 18.45 horas.

Miguel Álvarez, más que al rival que pudiera tocar en suerte, está preocupado en que su equipo sea capaz de demostrar su verdadero nivel. «A estas alturas no hay rivales ni buenos ni malos», explicaba el técnico jiennense, que hacía hincapié en la racha de «siete victorias consecutivas» del Athletic B, que como local encadena 12 triunfos seguidos.

Sobre el gran refuerzo que puede tener el equipo amarillo para esta fase de ascenso, el mediapunta Dani Raba, Álvarez no podía aún confirmar una presencia que, por supuesto, desea. «Es un jugador determinante y me gustaría, y al resto del equipo, que estuviera con nosotros. Vamos a ver, pero creo que no habrá ningún problema para que pueda ayudarnos en el play-off», comentaba el preparador amarillo.

Su homólogo en el filial bilbaíno, todo un exprimera como Gaizka Garitano (Eibar y Deportivo), tampoco tenía ninguna preferencia antes de los emparejamientos de ayer. «El rival nos daba más o menos igual. Una vez llegas al play-off sabes que cualquiera que te toque será un equipo bueno», apuntaba Garitano. Y para el vasco, el Villarreal lo es: «Nos ha tocado un equipo fuerte».