Kiko Ramírez, entrenador del Castellón, recupera a Rubén Fonte y a Diego Carrillo para recibir, este domingo en Castalia (12.00 horas), al Rayo Ibense. El delantero lleva lesionado un mes, desde que sufriese una nueva luxación en su hombro jugando con la selección valenciana, en tanto que el extremo se cayó de la convocatoria del partido contra el Recambios Colón por unos leves problemas musculares.

Otra alta es la del recién fichado Raúl Carmona, una vez que el extremo o mediapunta zurdo ya tenga tramitada la ficha con su nuevo equipo.

En cambio, el técnico tarraconense pierde a Borja Gracia, a quien prefiere no forzar del esguince en su tobillo izquierdo, que padeció en el entrenamiento del martes. Gaizka Saizar continúa con su proceso de recuperación de la artroscopia de tobillo, aunque todavía le faltan al menos tres semanas para volver a jugar.

Ramírez ha recalcado la importancia del encuentro, que puede suponer la octava victoria consecutiva, una racha que igualaría al segundo mejor registro de triunfos consecutivos en la historia del Castellón. Pese a las bajas, ha destacado que el Rayo Ibense viene de ganar al Elche B. "Las alertas deben estar bien encendidas, porque estos partidos son los peligrosos", ha recalcado un entrenador que admite también que la impresionante dinámica del equipo todavía no ha conseguido arrastrar al público en masa hacia Castalia: "Tenemos una asignatura pendiente". "Si la gente no viene y nos apoya, todo lo demás no tiene sentido", ha enfatizado.